PEKIN – Altos cargos diplomáticos de Irán y Arabia Saudita, rivales en Oriente Próximo, se reunieron el jueves en Pekín y se comprometieron a trabajar juntos para aportar “seguridad y estabilidad” a su turbulenta región, tras un sorprendente acuerdo auspiciado por China.
En una declaración conjunta hecha pública tras las conversaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, y su homólogo saudí, el príncipe Faisal bin Farhan, ambas partes se comprometieron a seguir colaborando para mejorar los lazos.
“Las dos partes subrayaron la importancia de dar seguimiento a la aplicación del Acuerdo de Pekín y a su activación de modo que se amplíen la confianza mutua y los ámbitos de cooperación y se contribuya a crear seguridad, estabilidad y prosperidad en la región”, decía la declaración.
Acuerdo auspiciado por China
Teherán y Riad anunciaron en marzo un acuerdo auspiciado por Pekín para restablecer las relaciones, rotas hace siete años cuando manifestantes iraníes atacaron misiones diplomáticas saudíes.
La visita del ministro a Pekín se produjo mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, y la jefa de la UE, Ursula von der Leyen, también se encontraban en la capital china, tratando de exponer los argumentos de Europa en una reunión con Xi Jinping para poner fin al conflicto en Ucrania.
El sorprendente acercamiento entre Arabia Saudita, de mayoría musulmana suní y el mayor exportador de petróleo del mundo, e Irán, de mayoría chií y muy enfrentado a los gobiernos occidentales por sus actividades nucleares, tiene el potencial de remodelar las relaciones en una región caracterizada por las turbulencias durante décadas.
Reanudación oficial de los lazos
Las dos partes “negociaron e intercambiaron opiniones haciendo hincapié en la reanudación oficial de las relaciones bilaterales y los pasos ejecutivos hacia la reapertura de las embajadas y consulados de los dos países”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní en un comunicado.
El canal de televisión estatal saudí Al Ekhbariya emitió imágenes de la pareja dándose la mano delante de banderas saudíes e iraníes y después hablando y sonriendo.
En un comunicado de la cadena estatal CCTV, Pekín elogió “la primera reunión oficial entre los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países en más de siete años” y la “activa mediación” de Pekín en la diplomacia.
En virtud del acuerdo alcanzado el mes pasado, ambos países deben reabrir sus embajadas y misiones en el plazo de dos meses y aplicar los acuerdos de cooperación económica y de seguridad firmados hace más de 20 años.
Arabia Saudita rompió relaciones con Irán en enero de 2016, después de que manifestantes atacaran su embajada en Teherán y su consulado en la ciudad iraní de Mashhad por la ejecución por Riad del clérigo chií de la oposición saudí Nimr al-Nimr.
Raisi visitará Riad
Se espera que las conversaciones entre los ministros de Exteriores vayan seguidas de la visita del presidente iraní, Ebrahim Raisi, a Riad.
Raisi aceptó una invitación del rey Salman de Arabia Saudita, dijo el lunes el vicepresidente primero de Irán, Mohammad Mokhber.
Durante las conversaciones telefónicas mantenidas en marzo, los ministros se habían comprometido a reunirse durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, que finaliza a finales de abril.
Funcionarios saudíes habían dicho que la reunión ministerial era el siguiente paso para restablecer los lazos, y una declaración iraní de la semana pasada hablaba de “la vía constructiva de las relaciones entre los dos países”.
En virtud del acuerdo del mes pasado, deben reabrir sus embajadas y misiones en el plazo de dos meses y aplicar los acuerdos de seguridad y cooperación económica firmados hace más de 20 años.
Conflictos regionales
Irán y Arabia Saudita apoyan a bandos rivales en varias zonas de conflicto de la región, entre ellas Yemen, donde los rebeldes hutíes cuentan con el respaldo de Teherán y Riad lidera una coalición militar que apoya al gobierno.
Ambos bandos también compiten por la influencia en Siria, Líbano e Irak.

Washington, tradicional aliado de Riad, acogió con satisfacción el acuerdo de distensión, pero dijo que queda por ver si los iraníes “cumplirán su parte del trato”.
China aumenta su rol mediador en Medio Oriente
El éxito de China a la hora de acercar a Irán y Arabia Saudita ha puesto en entredicho el antiguo papel de Estados Unidos como principal agente externo de poder en Oriente Próximo.
Funcionarios de Irán y Arabia Saudita celebraron varias rondas de diálogo en Bagdad y Omán antes de alcanzar el acuerdo en Pekín.
“Aclarar los malentendidos y mirar hacia el futuro en las relaciones entre Teherán y Riad conducirá sin duda al desarrollo de la estabilidad y la seguridad regionales”, declaró tras el acuerdo el jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, que negoció el acuerdo en nombre de su país.
Cooperación en el mundo islámico
Añadió que el acuerdo puede “aumentar la cooperación entre los países del Golfo Pérsico y el mundo islámico para gestionar los desafíos existentes”.
En 2016, varios países del Golfo siguieron la medida de Riad de reducir los lazos con Teherán, pero han liderado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Irán dio la bienvenida a un embajador emiratí el pasado septiembre, tras seis años de ausencia, y el miércoles nombró a su propio embajador en EAU, tras un paréntesis de casi ocho años.
El año pasado, Irán dijo que Kuwait había enviado su primer embajador a Teherán desde 2016.
Irán también ha dado la bienvenida a un posible acercamiento con Bahréin, un estrecho aliado saudí, que en el pasado acusó a Irán de respaldar un levantamiento liderado por chiíes en el reino gobernado por suníes, una acusación que Teherán niega.
“Esta evolución positiva puede producirse en relación con otros países de la región, incluido Bahréin”, declaró el mes pasado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani.