TEHERÁN, Irán – Un atentado “terrorista” acabó con la vida de cuatro miembros de las fuerzas de seguridad iraníes en una región del sureste del país asolada por protestas antigubernamentales, así como por disturbios extremistas y criminales, informaron el lunes los medios de comunicación oficiales.
Los miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica murieron “durante un acto terrorista” en la región de Saravan, en la provincia de Sistán-Baluchistán, cerca de la frontera con Pakistán, informó la agencia estatal de noticias IRNA.
La región es una de las más pobres de Irán y alberga a la minoría baluchi, que se adhiere al islam suní en lugar de a la rama chií predominante en Irán.
“La poderosa presencia de las fuerzas de seguridad empujó a elementos del grupo a huir hacia Pakistán”, dijo IRNA sobre los asaltantes sin dar más detalles.
La zona ha sido escenario anteriormente de enfrentamientos con bandas de contrabandistas de drogas, así como con rebeldes de la minoría baluchi y grupos extremistas musulmanes suníes.
A principios de mes, un clérigo fue asesinado tras ser secuestrado en su mezquita de Khash, ciudad de Sistán-Baluchistán.
Un fiscal jefe declaró la semana pasada que los asesinos del clérigo Abdulwahed Rigi habían sido detenidos antes de intentar cruzar la frontera, y los acusó de buscar problemas entre suníes y chiíes.
El 30 de septiembre estalló la violencia en la capital de la provincia, Zahedan, y las autoridades declararon que entre las decenas de personas muertas había seis miembros de las fuerzas de seguridad.
Según la población local, las protestas de Zahedan se desencadenaron por la violación de una adolescente a manos de un agente de policía.
Activistas radicados en el extranjero acusaron a las fuerzas de seguridad de disparar contra los manifestantes.
Ataques a clérigos
Las víctimas se produjeron en un contexto de agitación nacional tras la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, de 22 años, tras ser detenida en Teherán por la policía de la moralidad, que la acusó de violar el código de vestimenta femenino iraní.
El mes pasado, una delegación del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, expresó su tristeza y prometió soluciones en una visita a la zona, según informaron entonces los medios oficiales.
En otros episodios de violencia en Irán, IRNA informó el lunes de que cuatro clérigos chiíes resultaron heridos por desconocidos armados con un “objeto punzante” en la ciudad santa chií de Qom, al sur de Teherán.
Dos de ellos fueron atendidos en el lugar de los hechos, mientras que los otros dos fueron trasladados a un hospital, pero se espera que sean dados de alta, según IRNA.
Irán ha ejecutado a dos hombres declarados culpables de violencia contra miembros de las fuerzas de seguridad en relación con las protestas nacionales.
Majidreza Rahnavard, de 23 años, fue ahorcado en público tras ser condenado a muerte por un tribunal de la ciudad nororiental de Mashhad por matar a dos miembros de las fuerzas de seguridad con un cuchillo, informó la semana pasada la agencia de noticias Mizan Online, dependiente del poder judicial.
Cuatro días antes, Irán ejecutó a Mohsen Shekari, también de 23 años, por herir a un miembro de las fuerzas de seguridad. Fue el primer caso anunciado de aplicación de la pena de muerte contra un manifestante.