El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirmó el martes que Israel no se toma en serio la posibilidad de atacar a Irán. Pero si lo hace, dijo, su grupo terrorista libanés no tomará automáticamente represalias en nombre de Teherán, sino que decidirá si se involucra o no.
En una entrevista con la televisión estatal iraní, el líder de la organización chiíta respaldada por Irán pareció intentar afirmar la independencia de Hezbolá respecto a Teherán, al tiempo que afirmaba que Israel tenía miedo de ir a la guerra contra cualquiera de los dos.
“Irán es un estado regional fuerte y cualquier guerra con él hará estallar toda la región”, dijo, según Naharnet.
En medio de las críticas internas de que su grupo actúa en favor de los intereses de Teherán y no del Líbano, desafió a cualquiera a “decirnos un solo acto que Hezbolá haya hecho por el bien de Irán y no por el bien del Líbano”.
Negó que la embajada iraní en Beirut participara en la toma de decisiones de Hezbolá.
Nasrallah afirmó que Estados Unidos teme entrar en guerra con Irán, asegurando que es incapaz de detener el programa nuclear de Teherán. También advirtió de una respuesta iraní “muy intensa y dura” si Israel ataca a Irán.
“Irán no está en condiciones de bromear con nadie”, dijo en declaraciones recogidas por Press TV.
Afirmó que los misiles guiados de precisión de Hezbolá estaban repartidos por todo el Líbano, por lo que Israel tendría que lanzar una guerra a gran escala para destruirlos.
También acusó a Israel de tener miedo de ir a la guerra contra Hezbolá.
“Si el régimen israelí tuviera la certeza de que saldría victorioso en una guerra contra Hezbolá, no dudaría ni un momento”, dijo Nasrallah.
También afirmó que los vuelos de aviones no tripulados israelíes sobre Líbano se han reducido “en gran medida” debido a la mejora de las defensas aéreas de Hezbolá.
Nasrallah añadió que se opone a compartir el gas en alta mar con Israel y que no le interesan las negociaciones entre Beirut y Jerusalén para determinar las zonas económicas exclusivas de ambos países.
“No nos consideramos concernidos por las discusiones técnicas sobre la demarcación de la frontera marítima con Israel”, dijo.
Las declaraciones de Nasrallah se producen varias semanas después de que Israel y Líbano anunciaran su intención de reanudar las conversaciones sobre un área de unos 860 kilómetros cuadrados (330 millas cuadradas) del mar Mediterráneo que ambos países reclaman como parte de sus zonas económicas exclusivas.
El enviado estadounidense que media en las conversaciones se ha reunido desde entonces con funcionarios israelíes y libaneses.
Los dos países iniciaron negociaciones indirectas a través de un mediador estadounidense en 2020 en una base de mantenimiento de la paz de la ONU en la localidad libanesa de Naqoura, pero las conversaciones se han estancado en varias ocasiones. La última ronda de conversaciones al respecto se celebró el pasado mes de mayo.
Líbano se ha hundido en una crisis económica y financiera que comenzó a finales de 2019, una culminación de décadas de corrupción y mala gestión por parte de la clase política.
El pequeño país mediterráneo está ansioso por resolver su disputa fronteriza con Israel, allanando el camino para posibles acuerdos lucrativos de petróleo y gas.