El martes entró en vigor una ley destinada a aumentar la población de Irán, anunciada por el presidente Ebrahim Raisi, incluso después de que surgiera la preocupación de que limitara el acceso de las mujeres a la atención sanitaria reproductiva.
La legislación sobre “Población joven y protección de la familia” fue aprobada por el Parlamento iraní en octubre de 2021.
Esta ley hace que la revisión reproductiva sea opcional, impone restricciones al aborto y limita el acceso a la anticoncepción, al tiempo que proporciona beneficios adicionales a las familias con más hijos.
También encomienda a las emisoras públicas la producción de contenidos que animen a las mujeres a tener más hijos y denuncien el celibato o el aborto.
Alrededor del 46,6% de la población iraní, de 83 millones de habitantes, tiene menos de 30 años, según los últimos datos publicados en 2019 por la oficina nacional de estadística.
La población menor de 30 años ha descendido desde 2010 a una tasa negativa del 3,24%.
Según el Banco Mundial, la tasa de crecimiento de la población iraní se redujo bruscamente, pasando de más del 4% a principios de la década de 1980 al 1,29% en 2020.
Funcionarios de las Naciones Unidas, así como activistas de los derechos de la mujer, entre otros grupos de derechos, criticaron la ley.
“Las consecuencias de esta ley serán paralizantes para el derecho a la salud de las mujeres y las niñas”, dijeron el martes funcionarios de la ONU.
Añadieron que “representa un giro de 180 grados alarmante y regresivo por parte de un gobierno que había sido elogiado por sus avances en el derecho a la salud”.
El miércoles, Human Rights Watch dijo que la ley “viola aún más los derechos de las mujeres a la salud sexual y reproductiva y pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres”.
Pidió a Irán que “derogue inmediatamente las disposiciones que restringen los derechos humanos”.