El Secretario General Antonio Guterres está instando a Irán a abordar las preocupaciones planteadas sobre sus programas nucleares y de misiles balísticos y a volver a la “plena aplicación” de su acuerdo nuclear de 2015 con las principales potencias.
El jefe de la ONU expresó su pesar en un informe al Consejo de Seguridad obtenido el martes por The Associated Press de que la administración Trump se retiró del acuerdo en 2018 y volvió a imponer sanciones contra Teherán, y de la decisión de Irán en 2019 de violar los límites del acuerdo, incluyendo las centrifugadoras y el enriquecimiento de uranio.
Guterres dijo en el informe sobre la aplicación de una resolución del Consejo que respalda el acuerdo nuclear de 2015 que durante los últimos cinco años el acuerdo nuclear “ha sido considerado en gran medida por la comunidad internacional como un testimonio de la eficacia del multilateralismo, la diplomacia y el diálogo, y un éxito en la no proliferación nuclear”.
Pero el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado la guerra al acuerdo nuclear, denunciándolo durante la campaña de 2016 como el peor acuerdo jamás negociado, y ha mantenido la oposición en los años transcurridos desde la retirada de los Estados Unidos en 2018.
La administración Trump mantiene que el acuerdo -el Plan de Acción Integral Conjunto o JCPOA- es fatalmente defectuoso porque ciertas restricciones a la actividad nuclear de Irán expiran gradualmente y permitirán que el país desarrolle eventualmente armas atómicas. En agosto, el Secretario de Estado Mike Pompeo notificó formalmente a la ONU que estaba invocando una disposición del acuerdo de 2015 para restablecer las sanciones de la ONU, citando importantes violaciones iraníes y declarando: “Estados Unidos nunca permitirá que el mayor Estado patrocinador del terrorismo compre y venda libremente aviones, tanques, misiles y otros tipos de armas convencionales… (o) que tenga un arma nuclear”.
Pero el resto de las partes del JCPOA – Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania – así como la abrumadora mayoría del Consejo de Seguridad calificó la acción de los EE.UU. como ilegal porque EE.UU. se había retirado del tratado. El Consejo y el Secretario General dijeron que no habría ninguna acción sobre las demandas de EE.UU. – lo que significa que no habrá ninguna demanda de la ONU para que los países vuelvan a imponer sanciones de la ONU a Irán.
Sin embargo, la preocupación de EE.UU., así como de las partes europeas del JCPOA ha aumentado, especialmente con Irán que sigue violando los límites del acuerdo. Irán ha anunciado abiertamente y por adelantado todas sus violaciones del acuerdo nuclear y ha dicho que son reversibles.
El acuerdo prometía a Irán incentivos económicos a cambio de los límites de su programa nuclear. Desde la retirada de EE.UU. y su imposición de nuevas sanciones, Teherán ha tratado de presionar al resto de las partes utilizando las violaciones para encontrar nuevas formas de compensar las acciones de Washington que atentan contra la economía.
El Secretario General Guterres relató las acciones de EE.UU. y la respuesta del Consejo de Seguridad en el informe y subrayó de nuevo “la importancia de las iniciativas en apoyo de las relaciones comerciales y económicas con la República Islámica de Irán, especialmente durante los actuales desafíos económicos y sanitarios que plantea la pandemia de COVID-19”.
En cuanto a la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad de 2015 que respalda el JCPOA, el Secretario General dijo que se centró en las restricciones a las transferencias nucleares, de misiles balísticos y relacionadas con las armas hacia o desde el Irán.
Dijo que Israel proporcionó información sobre la presencia de cuatro presuntos misiles iraníes Dehlavieh guiados antitanque en Libia en junio. Sobre la base de pruebas fotográficas, dijo, un misil “tenía características que coincidían con el Dehlavieh de producción iraní”, pero la Secretaría de la ONU no ha podido determinar si se había transferido a Libia en violación de la resolución.
Sobre la incautación de armas de Australia en junio de 2019, Guterres dijo que el análisis de las imágenes de alta definición de algunos materiales determinó que “la munición de 7,62 mm en esta incautación no era de fabricación iraní”.
El secretario general dijo que la ONU recibió información de que una “entidad” sin nombre que figura en la lista negra de sanciones tomó medidas “inconsistentes” con sus activos congelados y acciones para enviar a Irán “válvulas, aparatos electrónicos y equipos de medición adecuados para su uso en pruebas terrestres de misiles balísticos de propulsor líquido y vehículos de lanzamiento espacial”. Dijo que la Secretaría de la ONU está buscando más información.
Está previsto que el Consejo de Seguridad discuta el informe el 22 de diciembre.