Se está informando de la explosión de una tubería en la refinería iraní de Parsian, en el suroeste del país, donde una excavadora habría chocado hoy con una tubería de condensado de gas de 10 pulgadas.
Aunque la noticia sigue desarrollándose, según informan Reuters y la agencia de noticias iraní Fars, no hubo víctimas en la explosión, y los equipos de rescate siguen en el lugar de los hechos.
Esta es la tercera explosión importante desde este verano que afecta a la infraestructura de gasoductos de Irán.
A mediados de noviembre, una explosión en un oleoducto del sur de Irán se atribuyó a la antigüedad de la infraestructura.
Tampoco se registraron víctimas en ese incidente, en el que una línea de salida de 16 pulgadas de la estación de inyección de gas Maroon de Irán se agrietó en la explosión, lo que provocó pequeñas fugas que causaron un incendio. La corrosión y las fugas provocaron la explosión. No se registraron daños en las instalaciones de producción.
En julio de este año, una explosión mucho más dramática en una estación de bombeo en el suroeste de Irán mató a tres trabajadores petroleros e hirió a otros cuatro en el campo de Einkhosh. La explosión se produjo en un edificio de descanso para los trabajadores de la casa de bombas.
En ese momento se desconocía la causa de la explosión, pero una vez más se sospechó del envejecimiento de las infraestructuras de petróleo y gas.
Un mes antes, una instalación petroquímica se incendió con el calor extremo del verano.
Irán ha estado sufriendo las sanciones, que han dificultado su capacidad para mantener las infraestructuras, incluidas las piezas necesarias para su mantenimiento.
El jueves, Irán reanudó las negociaciones sobre el acuerdo nuclear de 2015, en las que Washington dice que se está agotando el tiempo para que Teherán cumpla con el fin de ver aliviadas las sanciones. Al mismo tiempo, Estados Unidos e Israel están discutiendo opciones alternativas en caso de que Irán no demuestre su voluntad de llegar a un nuevo acuerdo.