La producción de crudo de Irán cayó al nivel más bajo de los últimos 40 años, según un análisis actualizado de la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Con menos de 2 millones de bpd, la EIA dijo que la producción de petróleo del país se vio afectada tanto por la pandemia, que diezmó la demanda de petróleo, como por las sanciones de Estados Unidos dirigidas específicamente a la industria petrolera iraní.
Antes de la retirada de EE.UU. del acuerdo nuclear iraní y de la reanudación de las sanciones, Irán bombeaba unos 2,6 millones de barriles diarios y exportaba unos 2,5 millones de bpd, según la EIA.
Aun así, con menos de un millón de bpd, la disminución de la producción está muy lejos del objetivo de la administración Trump de llevar la producción y las exportaciones de petróleo de Irán a cero para obligar a Teherán a volver a la mesa de negociaciones nucleares.
Hablando de las negociaciones nucleares, un informe del Financial Times de hoy mismo sugiere que no se han perdido todas las esperanzas de llegar a un acuerdo. Citando fuentes iraníes, el periódico informó de que el nuevo jefe de la diplomacia de Teherán, a pesar de ser de línea dura y desconfiar abiertamente de Occidente, podría acabar cerrando el acuerdo que su predecesor no pudo.
“Con Amirabdollahian, no veremos más radicalismo, sino más coordinación entre los ámbitos diplomático y militar”, dijo una fuente al FT.
“Ya no hay el tipo de fricción entre el gobierno y los estados profundos que resultó ser un serio impedimento para las iniciativas de su predecesor”, explicó otra.
Teherán también ha nombrado esta semana al nuevo ministro de Petróleo: Javad Owji, antiguo adjunto del saliente Bijan Zanganeh y alto ejecutivo de empresas energéticas estatales. Como dijo Zanganeh el mes pasado, la principal tarea de su sucesor será impulsar las exportaciones de petróleo.
El ministro saliente dijo recientemente que Irán había perdido unos 120.000 millones de dólares en ingresos petroleros debido a las sanciones de Estados Unidos, y que había sufrido un golpe de exportación de 2.000 millones de barriles desde que Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear.