TEHERÁN, Irán – El nuevo presidente iraní, Ebrahim Raisi, dijo el sábado que su gobierno dará prioridad a la lucha contra el Covid y a la aceleración de la vacunación por delante de la reactivación económica, al tiempo que defendió las opciones de su gabinete ante el Parlamento.
El parlamento, dominado por los conservadores, comenzó a debatir por la mañana la alineación masculina y mayoritariamente conservadora antes de un voto de confianza que se espera para esta semana.
Entre los miembros del gabinete de Raisi se encuentra su candidato a ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, conocido por sus estrechos vínculos con el grupo terrorista libanés Hezbolá. Amirabdollahian, diplomático de carrera, será designado para el crucial puesto de ministro de Asuntos Exteriores en un momento en que Irán y Estados Unidos tratan de resucitar el histórico acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y las potencias mundiales.
Raisi también nombró al general Ahmad Vahidi, buscado por la Interpol por su presunta participación en el atentado de 1994 contra un centro cultural judío en Argentina, como ministro del Interior.
“La primera prioridad del gobierno es el control del coronavirus, la mejora de la situación sanitaria y la vacunación generalizada”, dijo Raisi el sábado.
“La economía y la situación de los medios de subsistencia es la segunda” prioridad, añadió, señalando que su alineación está destinada a lograr “justicia y progreso”.
Desde finales de junio, Irán ha visto lo que los funcionarios han llamado una “quinta ola” de infecciones de COVID-19, la peor del país hasta ahora, que han achacado en gran medida a la variante Delta del virus, más contagiosa.
Los contagios y las muertes diarias han alcanzado máximos históricos en varias ocasiones este mes, elevando el total de casos desde el inicio de la pandemia a más de 4,5 millones y las muertes a más de 100.000.
Irán, que lucha contra el brote de Covid más mortífero de Oriente Medio, puso en marcha una campaña de vacunación en febrero, pero su progreso ha sido más lento de lo que las autoridades esperaban.
Asfixiado por las sanciones de EE. UU. que han dificultado las transferencias de dinero al extranjero, Irán afirma que ha tenido dificultades para importar vacunas.
Raisi ha designado al optometrista Bahram Eynollahi, de 63 años, como ministro de Sanidad.
Defendió su elección como “una figura que puede reunir fuerzas en la lucha contra el coronavirus”.
Los medios de comunicación locales mencionaron a Eynollahi como firmante de una carta abierta de enero en la que se advertía al expresidente Hassan Rouhani contra la importación de vacunas fabricadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, ya que pueden causar “complicaciones desconocidas e irreversibles”.
El Líder Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, había prohibido ese mismo mes el uso de las vacunas fabricadas por Estados Unidos y Gran Bretaña, calificándolas de “completamente indignas de confianza”.
Más de 16,3 millones de personas de los 83 millones de habitantes del país han recibido una primera dosis de la vacuna, pero solo 5,4 millones han recibido la segunda, según informó el viernes el Ministerio de Sanidad.