A medida que las negociaciones entre las potencias mundiales e Irán en Viena continúan y supuestamente entran en su “fase final”, muchos en Oriente Medio -pero también en Washington y las capitales europeas- contienen la respiración para ver si es posible volver a un acuerdo nuclear con Irán.
Israel también sigue de cerca los acontecimientos en Viena. Aceptando el hecho de que es casi seguro que algún acuerdo con Irán está en camino, el primer ministro Naftali Bennett dijo recientemente que “el acuerdo y lo que parecen ser sus condiciones perjudicarán la capacidad de enfrentarse al programa nuclear [de Irán]”.
Sin embargo, si las conversaciones de Viena no dan lugar a un acuerdo e Irán es libre de proseguir con su programa nuclear (además de sus actuales actividades regionales malignas, incluso contra objetivos israelíes), las perspectivas de un ataque israelí contra Irán son mucho mayores.
Preocupado por la posibilidad de que un acuerdo con Irán no pueda impedir que el país desarrolle un arma nuclear, Israel ya ha señalado su disposición a atacar a Irán. Bennett declaró que “Israel seguirá garantizando su plena libertad de operación en cualquier lugar y en cualquier momento, sin limitaciones”, y el comandante entrante de la IAF, Maj.-Gen. Tomer Bar dijo que la Fuerza Aérea de Israel está lista para atacar a Irán “mañana”.
Si Israel ataca efectivamente a Irán, como los funcionarios israelíes han insinuado cada vez más que podría suceder, ¿qué impacto tendría en Oriente Medio? ¿En qué se diferenciaría la región después de tal acontecimiento?
Estas preguntas pueden ser hipotéticas ahora, pero bien podrían convertirse en realidad mañana.
Para responderlas, Wikistrat, una consultora de crowdsourcing, llevó a cabo una simulación de una semana de duración del 24 al 31 de enero de 2022, mientras aún se celebraban las conversaciones en Viena.
Para estudiar cómo afectaría un ataque israelí a la estabilidad de la región, la simulación se centró en los cinco actores considerados más importantes en la región del Golfo: Irán, Arabia Saudita, Estados Unidos, China y Rusia. La simulación contó con 31 expertos de 13 países y se centró en tres escenarios: un ataque israelí a Irán con éxito, un ataque fallido y un ataque parcialmente exitoso.
Los debates de la simulación produjeron algunas ideas clave, que los observadores de la evolución de la región pueden querer tener en cuenta al tratar de dar sentido a Oriente Medio en los próximos años.
En primer lugar, los expertos argumentaron que en los años posteriores a un ataque militar israelí (independientemente de sus resultados), Oriente Medio entrará en la fase de proliferación nuclear, que incluirá no solo a Israel sino también a Irán y posiblemente a Arabia Saudita. Un ataque israelí envalentonará el deseo del régimen iraní de tener un arma nuclear, considerándola -al igual que Corea del Norte- como una garantía contra futuros ataques.
Por su parte, temiendo una represalia nuclear iraní contra ella, Arabia Saudita también tratará de desarrollar su propio programa nuclear. Esto se basa en la evaluación de los participantes de que un ataque israelí fallido impulsaría a los dirigentes saudíes a avanzar lo más rápidamente posible con su propio programa nuclear. Un ataque exitoso podría servir de catalizador para el programa nuclear saudí, animando a los responsables saudíes a aprovechar el ataque y a ponerse al día con el programa nuclear iraní.
¿Cómo afectaría a Israel un ataque israelí contra Irán?
Un ataque exitoso podría conducir a una normalización saudí-israelí. Algunos de los expertos argumentaron que un ataque israelí exitoso podría hacer que Mohammed bin Salman, como rey, normalizara las relaciones con Israel, con la expectativa de que el arraigado sentimiento antiiraní en Arabia Saudita superara cualquier reacción contra la normalización.
Sin embargo, un ataque fallido podría tener un efecto negativo en la posición regional de Israel, ya que hasta entonces se percibía a este país como un fuerte socio de los Estados del Golfo en materia de seguridad y un socio fundamental para hacer frente a Irán. Los expertos consideraron que si Israel no cumplía con su obligación de enfrentarse a Irán al no destruir sus instalaciones nucleares, Arabia Saudita estaría menos dispuesta a comprometerse con él.
Aunque un acuerdo nuclear entre Estados Unidos, otras potencias mundiales e Irán parece casi seguro en este momento, lo que está en juego es un Irán nuclear sin control.
Si Israel se siente obligado a actuar solo para detener a un Irán nuclear, podría surgir una realidad geopolítica completamente diferente en Oriente Medio.
Una simulación en la que se examina lo que ocurriría si Israel ataca a Irán, con la participación de algunos de los principales expertos mundiales en Irán y Oriente Medio, nos ofrece una visión del año que seguiría a tal acontecimiento.
Un ataque de este tipo afectaría a Irán, Arabia Saudita, Rusia, China y Estados Unidos, pero también a la posición regional de Israel.