Christiane Amanpour, de CNN, entrevistó el domingo al Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, donde el periodista afirmó que el político iraní declaró que su presidente, Hassan Rouhani, estaría dispuesto a reunirse con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en Nueva York, en la Asamblea General de la ONU esta semana, si se cumplen ciertas condiciones.
“Siempre y cuando el presidente Trump esté listo para hacer lo que sea necesario”, dijo Zarif según Amanpour, que intercambiaría el alivio de las sanciones por la “vigilancia permanente de las instalaciones nucleares iraníes”.
Muchos de los iraníes de la delegación de Rouhani para la Asamblea General de las Naciones Unidas todavía no han recibido visados para el viaje. En medio de las tensiones, sus visados se retrasaron y días antes Teherán reflexionó sobre la cancelación total del viaje.
Sin embargo, la visa de Rouhani fue emitida con restricciones de viaje limitadas, el presidente iraní solo puede viajar entre su lugar de alojamiento en Manhattan, la sede de las Naciones Unidas y la embajada iraní.
“Así que dejaron muy claro en una carta que adjuntaron a mi visa que no soy elegible para obtener una visa, pero lo están haciendo sobre una base de renuncia. Así que quieren que sepa que no debería estar aquí”, dijo Zarif a Face the Nation de CBS.
La inesperada declaración se produce en medio de interminables y crecientes tensiones entre Irán, Estados Unidos y sus aliados: más recientemente, la acusación y la negación por parte de Irán de bombardear una importante instalación petrolera de Arabia Saudita la semana pasada, previamente la incautación de buques de transporte y actividades sospechosas a lo largo del Estrecho de Ormuz, y mucho antes de todo eso, el abandono por parte de Estados Unidos del acuerdo nuclear con la República Islámica.
Los hutíes, alineados y respaldados por Irán, asumieron la responsabilidad de un ataque la semana pasada a dos plantas de Saudi Aramco, incluyendo la planta de procesamiento de petróleo más grande del mundo, provocando incendios en el último estallido de violencia en el Golfo, Irán ha negado persistentemente cualquier implicación.
Después de que Estados Unidos acusara a la República Islámica del ataque, el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, descartó todas las conversaciones con Estados Unidos a todos los niveles. Zarif no ha respondido oficialmente a las afirmaciones de Amanpour.
Cuando CBS le preguntó a Zarif si cree que Irán y Estados Unidos pueden evitar la guerra, respondió: “No. No, no estoy seguro de que podamos evitar una guerra. Confío en que no empezaremos una, pero estoy seguro de que quienquiera que empiece una no será el que la termine”.