Tres años después de que el Estado Islámico (ISIS) pareciera estar reduciendo su presencia en Irak y Siria ha tomado una ciudad en Mozambique. La ciudad se llama Mocimboa da Praia y ahora se teme que pueda tener una posición que está creciendo en el país.
Este lento proceso de radicalización de ISIS ha tenido lugar durante un año o más. Sin embargo, fue en gran parte descartado como un alarmismo. Ahora el grupo se ha infiltrado y algunos están preocupados de que pueda estar en la cúspide de una ofensiva mayor. Al igual que en la ofensiva de ISIS en Irak en el verano de 2014, los ataques en el sudeste de África han desplazado a cientos de miles. Hay preguntas sobre cómo la ciudad portuaria podría ser retomada por las fuerzas de seguridad.
El puerto ahora afecta a toda la provincia de Cabo Delgado. Esto es en el norte de Mozambique. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha advertido de una crisis humanitaria que puede crecer. Mientras que algunos todavía argumentan que ISIS no está realmente causando o impulsando la guerra aquí, sino que es solo la desigualdad y la pobreza, el tipo de imágenes de Mozambique se parecen a las mismas insurgencias islamistas en Nigeria o Somalia u otras áreas.
Mientras que la comunidad internacional está distraída por COVID-19 y las grandes potencias como los EE.UU. ya no juegan un papel en la coordinación de esfuerzos como concentrarse en este tipo de emergencias, ISIS puede prosperar en los márgenes. Ha hecho lo mismo en Filipinas y en todo el Sahel en África. Se aprovecha de los estados débiles y de las áreas no gobernadas. Sudáfrica es el principal estado regional que podría intervenir y cambiar la marea. No está claro si él o Tanzania o Kenia harán más.
En los últimos meses, ha habido un aumento considerable en las exhortaciones del ISIS para volver al islam, y el alcance de su actividad terrorista apunta a una renovación de sus tácticas y estrategias. Solo en mayo del 2020, ISIS perpetró 400 ataques terroristas en todo el mundo, la mayoría de ellos en una ola sincronizada a mediados de mes (las “operaciones de desgaste”) que causaron cientos de víctimas.
Junto con sus numerosos ataques, ISIS prosigue también su vigorosa campaña de propaganda aprovechando al máximo las plataformas de los medios de comunicación social, emitiendo boletines y produciendo vídeos. Sus objetivos son dobles: atraer a los partidarios para que se unan a sus filas y sembrar el miedo entre sus enemigos.