El líder de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, dijo el domingo que la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada israelí a Jerusalén es evidencia de que las negociaciones y el “apaciguamiento” han fallado a los palestinos, mientras instó a los musulmanes a llevar a cabo la jihad contra Estados Unidos.
En un video de cinco minutos titulado “Tel Aviv es también una tierra de musulmanes”, el médico egipcio que se hizo cargo del grupo terrorista mundial después de que su fundador Osama bin Laden fuera asesinado en 2011, se refirió a la Autoridad Palestina como los “vendedores de Palestina”. “Mientras instamos a los seguidores a tomar las armas”.
El presidente estadounidense Donald Trump “fue claro y explícito, y reveló la verdadera cara de la Cruzada moderna, donde renunciar y apaciguarse no funciona con ellos, sino solo resistencia mediante el convocatoria y la jihad”, dijo Zawahiri, según una transcripción proporcionada por la agencia de monitoreo SITE.
Añadió que Bin Laden había declarado a Estados Unidos “el primer enemigo de los musulmanes y juró que no soñaría con la seguridad hasta que se viviera en realidad en Palestina, y hasta que todos los ejércitos de incrédulos abandonaran la tierra de Mahoma”.
Argumentó que los países islámicos no habían actuado en interés de los musulmanes al ingresar a las Naciones Unidas, que reconoce a Israel y al someterse a resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General en lugar de a la sharia (ley islámica).
Los israelíes disfrutaban del orgullo nacional y del fervor pro estadounidense el domingo cuando decenas de miles de personas marcharon en Jerusalén, un día antes del traslado de la embajada de EE. UU. de Tel Aviv a Jerusalén.
Los árabes de la región, que desde 1967 se hacen llamar “palestinos”, se prepararon para sus propias protestas el lunes sobre la toma de posesión de la embajada, incluida otra masiva y violenta manifestación islamista en la Franja de Gaza cerca de la frontera con Israel. Las llamadas protestas de “Marcha del Retorno” están respaldadas por Hamás, el grupo terrorista que gobierna Gaza y está comprometido con la destrucción de Israel.