las condiciones para realizar un estudio medioambiental, procedimiento que impidió su aprobación para el depósito del plan de construcción del nuevo barrio de Atarot, en el este de Jerusalén.
El barrio proyectado está situado en la zona del aeropuerto abandonado de Atarot, en una superficie de aproximadamente 1.243 dunams (307 acres), y en él se construiría un nuevo barrio residencial con miles de viviendas, incluidas 800 viviendas protegidas, espacio para hoteles, zonas para edificios públicos, zonas públicas abiertas y zonas de empleo y comerciales.
El Ministerio de Protección Medioambiental tendrá ahora que realizar el El Comité de Planificación Local y Construcción de Jerusalén aprobó el lunes estudio dentro de unos meses y presentarlo a la comisión para que ésta tome una decisión final que respalde la aprobación del depósito.
El jefe del partido Hitorerut (Despertar), Ofer Berkowitz, que es miembro del comité de distrito, declaró a Israel National News: “Me complace seguir promoviendo el programa Atarot y aprobar las directrices del estudio medioambiental. Hay que acelerar el proceso al máximo y depositar el plan Atarot, ya que se trata de un plan estratégico para diez mil viviendas, que aliviará la crisis de la vivienda y [los consiguientes] precios elevados, la tensión entre comunidades y eliminará la necesidad de cargar los barrios existentes y perjudicar la salud de nuestras valiosas zonas verdes.”
“Seguiré trabajando con el Ministerio de Vivienda y con el Comité de Distrito hasta que se complete el proceso”, añadió Berkowitz.
El organismo que ahora puede retrasar el traslado es el Ministerio de Protección del Medio Ambiente, dirigido por la ministra Tamar Zandberg, de Meretz.
El ministro Zeev Elkin estimó recientemente en una conversación con Israel National News que Zandberg no podrá producir un retraso significativo para el traslado. “Estoy muy decidido a promover este programa y seguiré haciéndolo. Una vez que recibamos las conclusiones del Ministerio de Protección Medioambiental, autorizaremos el estudio”.
“El programa para Atarot es muy importante para el futuro de Jerusalén. Estamos al principio del camino, y al igual que en Givat Hamatos, donde dimos a conocer la última comercialización, la persistencia en este asunto da resultados”, dijo Elkin.