WASHINGTON, Estados Unidos – Cientos de musulmanes asistieron a las oraciones del viernes frente a la Casa Blanca para protestar contra la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
Respondiendo al llamado de las organizaciones musulmanas estadounidenses, los fieles tendieron sus tapetes de oración en un parque frente a la residencia del presidente.
Con bufandas keffiyeh árabes tradicionales o los colores de la bandera de la revuelta árabe, los manifestantes también portaban carteles en los que se denunciaba la presencia israelí en Jerusalén, Judea y Samaria.
En un discurso del miércoles de la Casa Blanca, Trump desafió las advertencias mundiales e insistió en que después de repetidos fracasos para lograr la paz se necesitaba un nuevo enfoque, describiendo su decisión de reconocer a Jerusalén como la sede del gobierno de Israel simplemente basada en la realidad.
La medida fue aclamada por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y por líderes de gran parte del espectro político israelí.
Trump enfatizó que no estaba especificando los límites de la soberanía israelí en la ciudad, y pidió que no haya cambios en el status quo en los lugares santos de la ciudad.
«Trump no posee un pedazo de tierra de Jerusalén y Palestina. Él es dueño de la Torre Trump. Él puede entregársela a los israelíes», dijo a AFP Nihad Awad, director ejecutivo del Consejo de Relaciones Estadounidense-Islámicas (CAIR).
El presidente «está potenciando el extremismo religioso cristiano en los Estados Unidos», agregó.
Hablando junto a otras figuras prominentes de la comunidad musulmana estadounidense durante la protesta, Awad hizo un llamado a Trump para «poner los intereses estadounidenses primero, no los de una potencia extranjera y sus grupos de presión en los Estados Unidos».
Otro manifestante, Zaid al-Harasheh, dijo a la AFP que la decisión de Trump «no es para la paz» y «creará más caos».
La declaración de Trump provocó ira en todo el mundo musulmán.
En Jerusalén, cientos de ársabes se congregaron después de las oraciones del viernes cerca de la mezquita Al-Aqsa, un lugar que, junto con la Cúpula de la Roca, son reminiscencias de la ocupación islámica en el Monte del Templo. El lugar más sagrado en el judaísmo y el tercero para el mundo islámico a partir de un mito espurio, es decir, que no se encuentra en el Corán.