El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, acordaron el sábado trabajar juntos para presionar a los Estados Unidos a reconsiderar su reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel, informó Reuters.
Citando a una fuente presidencial turca, la agencia de noticias dijo que los dos líderes discutieron el tema durante una llamada telefónica el sábado, y acordaron que la medida era motivo de preocupación en la región.
Macron dijo que el movimiento de los Estados Unidos es «lamentable» poco después del anuncio del presidente Donald Trump el miércoles. Erdogan, que ha amenazado con cortar los lazos con Israel, se ha opuesto fuertemente a la decisión de Trump y ha convocado una cumbre de países islámicos el 13 de diciembre en Estambul.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se dirigie a París y Bruselas el sábado por la noche y tiene previsto reunirse con Macron. Cientos de manifestantes pro-palestinos se manifestaron en París el sábado por la noche.
El sábado, Erdogan intensificó sus críticas, describiendo a Israel como «un estado de ocupación que usa el terror contra los palestinos«.
«Israel es un estado de ocupación», dijo Erdogan en un discurso en Estambul. «Y ahora están haciendo uso del terror y están bombardeando a jóvenes y niños», dijo.
Los ataques aéreos israelíes en respuesta al lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza mataron a dos hombres armados del grupo terrorista Hamás antes del amanecer.
Varios cohetes fueron disparados contra Israel desde la Franja de Gaza dirigida por Hamás el jueves y el viernes, uno de los proyectiles aterrizó en Sderot y otro fue interceptado por el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro. Hamás, que busca destruir a Israel, ha pedido una nueva intifada contra Israel para liberar a Jerusalén, e instó a los árabes a atacar a soldados y «colonos».
Erdogan, que se considera un defensor de los árabes de la Autoridad Palestina y un «opositor de cualquier injusticia mundial percibida contra los musulmanes», describió a Jerusalén como la «niña de nuestros ojos» y una «línea roja» para los musulmanes.
Dijo que la decisión estadounidense era «nula y sin efecto» para Ankara. «Trump busca avanzar diciendo ‘allí vamos, lo hice, ¡ya está hecho!’ Lo siento pero … ser fuerte no te da ese derecho».
«Los líderes de los principales países tienen la misión de hacer las paces. No desatar conflictos», dijo.
En Estambul el sábado, los manifestantes se reunieron con banderas turcas y de la Autoridad Palestina y corearon consignas antiestadounidenses.