La construcción de un puente terrestre y un complejo urbano en Jerusalén genera 600 objeciones, dividiendo opiniones entre el alcalde y sus detractores.
Plan urbanístico busca conectar áreas de Jerusalén con un megaproyecto
En Jerusalén, el plan de construcción sobre la autopista Begin ha despertado una intensa polémica entre funcionarios y ciudadanos. Este ambicioso proyecto propone un puente terrestre y un complejo urbano que incluiría viviendas, torres y espacios públicos.
El alcalde Moshe Lion asegura que la iniciativa impulsará el desarrollo de la ciudad al conectar Beit Hakerem y Givat Ram, mejorando el tránsito peatonal y ofreciendo miles de nuevas viviendas. Según Lion, este plan también contribuirá a la calidad de vida al añadir espacios verdes y rutas de transporte público.
Por el contrario, detractores han señalado que este desarrollo podría agravar la congestión en ciertos barrios y dañar el paisaje natural de la ciudad. Hasta el momento, se han presentado 584 objeciones en contra del proyecto ante la municipalidad, incluyendo reclamaciones de organismos oficiales y grupos ciudadanos.
El proyecto contempla la construcción de 2.210 unidades de vivienda, cinco torres de 45 pisos, un hotel, espacios comerciales y 64 dunams destinados a áreas verdes públicas. La idea es crear una continuidad urbana que integre los sectores del sur y el norte mediante un gran parque.
Detalles clave del proyecto Begin Rooftop
- Construcción de un puente terrestre que conectará Beit Hakerem y Givat Ram.
- Incluye 2.210 viviendas, cinco torres de 45 pisos y un edificio de uso mixto.
- Se destinarán 64 dunams a espacios verdes y 55 dunams a edificios públicos.
- Se proyectan rutas para ciclistas, transporte público y peatones.
Apoyo del alcalde Lion y críticas por parte de opositores
El alcalde Moshe Lion ha calificado el proyecto como “innovador y sin parangón”, destacando que permitirá unir el mundo académico con la industria, además de impulsar la alta tecnología en Jerusalén. Lion asegura que el plan prioriza la ecología y ofrece una solución sostenible a la demanda de vivienda.
Sin embargo, el vicealcalde Yosi Havilio ha criticado duramente el proyecto, afirmando que su ejecución sobrecargaría a Beit Hakerem con miles de nuevas viviendas sin la infraestructura adecuada. Havilio también argumenta que el proyecto perjudicará las escuelas vecinas y reducirá los espacios verdes disponibles por habitante.
Otra de sus preocupaciones radica en la falta de transparencia financiera, señalando que los miembros del consejo no recibieron detalles económicos del plan antes de su aprobación. Para Havilio, este proceso ha sido “irresponsable”.
Impactos estéticos y funcionales del proyecto según expertos
Efraim Shlein, un urbanista y residente de Beit Hakerem, ha expresado su oposición al plan. Según Shlein, el proyecto no solucionará los problemas de conectividad entre Givat Ram y Beit Hakerem, mientras que los beneficios ambientales serían mínimos.
El urbanista también resaltó que el diseño impactará negativamente en la estética de la ciudad. “La autopista Begin es una carretera bonita”, afirmó. En su opinión, la construcción del puente eliminaría la posibilidad de disfrutar del paisaje de Jerusalén desde la carretera, confinando a los conductores en un túnel visualmente restrictivo.
En resumen, mientras el alcalde Lion y su equipo defienden este megaproyecto como una oportunidad para modernizar Jerusalén, las críticas de expertos y ciudadanos reflejan profundas divisiones respecto al impacto del plan en el entorno y las comunidades locales.