El presidente rumano, Klaus Iohannis, criticó duramente los planes anunciados por el jefe del partido gobernante para trasladar la embajada del país en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén.
Iohannis «no fue consultado ni informado sobre este proceso», dijo su oficina en un comunicado, agregando que en su opinión la decisión «no se basó en evaluaciones firmes y de amplio alcance».
El jueves por la noche, el jefe del gobernante Partido Social Demócrata (PSD), Liviu Dragnea, le dijo al canal de televisión Antena 3: «La decisión ha sido tomada… los procedimientos [para la mudanza] han comenzado».
La primera ministra rumana, Viorica Dăncilă, una socialdemócrata, propuso el miércoles la medida, y aunque muchos miembros del partido gobernante parecen a favor de la reubicación de la embajada, la decisión final sobre el asunto recae en Iohannis, un independiente de derecha. Un vocero del gobierno se negó a comentar sobre el tema cuando AFP lo solicitó.
Iohannis, quien es de centroderecha y ha expresado numerosos desacuerdos con el gobierno, dijo que tenía autoridad para «tomar decisiones relacionadas con la política exterior de Rumania» y subrayó que la posición de Bucarest sobre la cuestión israelo-palestina «no había cambiado».
«En esta etapa, una transferencia de la embajada representaría una violación de la ley internacional», dijo. «La iniciativa del gobierno podría eventualmente representar, a lo sumo, el comienzo de un proceso de evaluación… que solo podría finalizar después de la conclusión de las conversaciones de paz».
En diciembre, el presidente de EE.UU, Donald Trump, generó controversia mundial y gratitud en Israel, al anunciar que Estados Unidos trasladaría su embajada a Jerusalén.
Rumanía sería el primer país de la UE en seguir su ejemplo.