El Tribunal de Distrito de Jerusalén anula el traspaso de una propiedad de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la Ciudad Vieja de Jerusalén a Rusia, trasladando el asunto al gobierno israelí.
El fallo se produjo en respuesta a una petición presentada por la sociedad palestina ortodoxa de Tierra Santa, que era propietaria del Patio de Alejandro hasta que fue cedido a Rusia.
La decisión judicial se produce en medio de la invasión rusa de Ucrania. Israel, que mantiene estrechos lazos con ambos países, se ha abstenido en gran medida de condenar a Moscú, aparentemente para asegurarse de que puede seguir actuando contra objetivos vinculados a Irán en Siria, donde Rusia mantiene una presencia militar.