Entre los años 1933 y 1939, mientras los judíos de Berlín veían como sus derechos sociales y económicos sistemáticamente eran eliminados, la vida comunitaria judía aumentó dramáticamente: Los judíos solo podía enviar a sus hijos a escuelas judías, y no podían interactuar con cualquier otro ciudadano alemán. En junio de 1938, la redada comenzó, y miles fueron arrestados sin motivo.
En las noches del 9 y 10 de noviembre, conocida como Kristallnacht o la noche de los cristales rotos, sinagogas y comercios pertenecientes a judíos fueron saqueados y quemados por todo Berlín, y en los meses que le siguieron, los judíos cada vez más fueron detenidos o puestos a trabajar en los campos de trabajos forzados. Sólo en Berlín fueron enviados casi 12.000 a campos de concentración en esa noche.
Esta era la fuerza de Eisav, el rojo, los descendientes de Roma y Amalek su nieto.
Gracias a Di-s mis abuelos y padres lograron salir, sin embargo mis bisabuelos fueron victimas del Holocausto, pero el recuerdo de ellos quedo marcado en nuestra familia por los relatos de mi padre.
Papá cuando venía a visitarnos a Israel y llegaba al Muro de los Lamentos, en varias ocasiones decía la misma frase, “que hubiese dicho mi abuelo…. Cuánto el quiso llegar y…”
El profeta Zejaria augura sobre esta época:
“Asi dijo Di-s Señor de los Ejércitos. Observa, Yo salvaré a Mi pueblo de la tierra del este y de la tierra donde se pone el sol, y Los traeré a ellos y vivirán dentro de Jerusalén y serán para Mi el pueblo y Yo seré para ellos el Di-s en verdad y en rectitud” Zejaria 8:7
¡Hemos vuelto!
Todos sus bisnietos nacieron en Israel y así también los bisnietos de su hermano; nosotros llegamos, volvimos a nuestro lugar y en gran parte somos judíos observantes. Volvimos a Israel, a Jerusalén y a nuestras raíces, después de haber pasado por varias estaciones y distintos países, cada uno con sus pruebas y desafíos.
Las palabras de mi padre no eran solo palabras vacías o melancólicas, éstas representaban para mí el cierre de un capítulo en la historia de nuestra familia y por que no decirlo así, de todo el pueblo judío.
Estudiando el Libro de Zejaria encontré que él nos habla a nosotros, a quenes vivimos en esta época, en los días en que se materializan sus profecías. Este Shabat, cuando salimos a caminar por las calles de Ramat Eshkol en Jerusalén, nos encontramos con dos ancianas cada una con su bastón, y cuando pasó mi pequeña hija jugando, alegremente, las saludó con su ¡Shabat Shalom! , y ellas le contestaron con una sonrisa. En ese instante, pude sentir sus palabras:
“Ancianos y ancianas nuevamente volverán a sentarse en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en sus manos por su edad avanzada, y las calles de la ciudad estarán llenas de niños y niñas que jugaran en sus calles” Zejaria 8:4-5
Estamos viviendo una época muy especial, una gran oscuridad bajó al mundo, incertidumbre económica, vientos de guerra, catástrofes naturales, terremotos, tsunamis, tormentas, volcanes en erupción…y para que seguir. Vivenciamos cada día tragedias humanas que nos muestran claramente cuan pequeños y vulnerable somos.
Mientras escribo estas líneas, decenas de cohetes, katiushas, morteros y kasam están cayendo en el sur de Israel mandados por terroristas de la franja de Gaza. La Providencia Divina nuevamente nos protege y solo han dejado caer su furia sobre piedras y concreto.
Pero esto no es nada nuevo, es sabido que tanto Eisav como Ishmael persiguen a Yaakov, a Israel para destruirlo. Así como lo recitamos en la Hagada de Pesaj, “En cada generación y generación se paran sobre nosotros para aniquilarnos, Y El Santo bendito El nos salva de sus manos”
Nuestra obligación es fortalecernos en nuestra fe y darnos cuenta que todo proviene de Su voluntad . Es un llamado de atención para que despertemos del largo letargo y comencemos a pedirle “Ad Matay, hasta cuando”…
Sobre esto dice el Profeta:
Así dijo el Señor de los Ejércitos: Esfuércense vuestras manos los que escuchan en estos días estas palabras de la boca de los profetas…. Zejaria 8:9
…“Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre, ni paga de bestia, ni hubo paz alguna para el que viene ni para el que sale, a causa de la angustia; porque yo incité a todos los hombres, cada cual contra su compañero”. Zejaria 8:10
Y refiriéndose a aquellos días en que fuimos perseguidos y separados en guetos para después ser llevado a los campos de concentración nos dice Zejaria:
…“Y será que como fuisteis maldición entre los gentiles, oh Casa de Judá y Casa de Israel, así os salvaré, para que seáis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.” Zejaria 8:13
Podríamos pensar que esto es parte de la historia, sin embargo, hoy las fuerzas que luchan en contra de nosotros son las mismas. Una mezcla de nuestros archienemigos son los que nos atacan también en este último exilio. La fuerza de Eisav la vimos con toda su potencia hace 70 años atrás, y hoy la furia de Ishmael – el Islam, que no se puede quedar tranquilo al saber que sus días están contados, “los príncipes descendientes de él están cayendo uno tras otro. Las guerras internas entre “hermanos” que se sostienen en sus países son terribles, Siria es solo un pequeño ejemplo de lo que es el Pere Adam, como la Torá los llama, salvaje humano.
Hoy en día también podemos ver la otra cara de la moneda, estamos viviendo un fenómeno extraño: muchos que no son judíos de nacimiento están ansiosos por serlo, algunos de ellos que en el pasado fueron fieles seguidores de sus creencias, sienten que quieren mas, y buscan “la verdadera verdad” que según su testimonio la han encontrado en las enseñanzas del pueblo judío.
Otros que nacieron y fueron criados como judíos, buscan afuera sin saber que es lo que esperan encontrar.
Por otro lado, judíos asimilados de todas partes del mundo están comenzando el camino de retorno a sus raíces, a volver en Teshuba. Muchos de ellos llegan a Israel para estudiar en yeshivot, se casan y forman familias basadas en el cumplimiento de la Torá.
Hoy por la mañana fui al Kotel (Muro de los Lamentos). Nos sorprendió la cantidad y diversidad de turistas que encontramos, japoneses, africanos, rusos, españoles y por la cantidad de buses, seguro que habían otros también. Lo que mas nos llamo la atención fue un africano con una de esas Kipot blancas que reparten en la entrada, agarrado a las piedras del Muro fuertemente y rezando con un fervor y una concentración admirable.
Sobre estos acontecimientos el profeta también nos hablo diciendo:
“Así dijo Di-s de los ejércitos: (vendrán tiempos en que) todavía aparecerán pueblos, y moradores de muchas ciudades; e Irán moradores de una y otra, y dirán: Vamos a orar en frente de Di-s y pediremos al Di-s de los ejércitos. (Y el otro responderá: ) Yo también iré.
Y vendrán muchos pueblos e inmensas naciones a pedir a Di-s de los ejércitos en Jerusalén, y a orar frente a Di-s”. Zejaria 8:20-22
Para terminar quiero agregar otra visión de lo que esta ocurriendo hoy en día en el mundo de Ishmael.
Rav Moshe Wolffson nos enseña lo siguiente:
Leemos en la última parte de la parshá Jayei Sará que los hijos de Ishmael son enumerados “…doce príncipes para sus pueblos” (Bereshit 25:12).
Las palabras finales de esta sección y de esta parashá son, «…en la cara de sus hermanos, él (Ishmael) cayó” y las primeras palabras de la parashá siguiente Parashat Toldot son: «Estos son los hijos de Itzjak».
El comentarista de la Torá, el Baal Haturim ve una gran importancia en la yuxtaposición de estas dos frases. «Cuando Ishmael caerá en el final de los días, entonces, [el Mesías], el Hijo de David, que es un descendiente de Itzjak, florecerá».
Estamos viviendo el comienzo de la caída de Ishmael, esperamos poder saludar al Mashíaj muy pronto.
En estos días observamos un fenómeno asombroso. Uno a uno, los líderes de Ishmael están cayendo, Sadam Hussein, el dictador de Túnez, Mubarak en Egipto, a Osama Bin Laden, a Gadaffi, y ahora también el régimen en Siria está temblando. Los Nesiim de las Naciones ismaelita están cayendo, uno a uno.
Los periódicos lo expresaron de la siguiente forma:
…”Los tunecinos derrocaron a Zine El Abidine Ben Alí. Su caída inspiró los movimientos revolucionarios de otros países del Norte de África y Medio Oriente”.
Pero nosotros sabemos que ésta es una señal de que el Mashíaj ya está muy cerca. Estamos en un tiempo muy favorable, solo tenemos que aprovecharlo. Un momento oportuno no se debe perder.
Puede surgir un momento propicio, pero se puede disipar sin ser aprovechado. Ahora es el momento de redoblar nuestros esfuerzos al servicio de Hashem.
Judaismohoy