El presente artículo fue elaborado para responder al vídeo misionero falso que circula por la red y que acusa a los rabinos de haber prohibido la lectura de Isaías 53.
LA FALACIA LÓGICA DEL FALSO DILEMA
También se le conoce como “falsa dicotomía”, “falsa opción”, “pensamiento en blanco y negro”. Consiste en presentar dos supuestas opciones. Y al presentarlas, sugerir de forma implícita que son las dos únicas opciones válidas.
Uno de los métodos que se utilizan para la manipulación precisamente consiste en presentar “estructuras lógicas”, así el cerebro no las detecta con facilidad, al percibirlas “lógicas”, les da cabida y las asume como “LAS DOS OPCIONES”.
Pero como se ha dicho ya, se trata de una FALACIA
A continuación voy a referirme a la forma en que un vídeo como el presentado se vuelve viral: Cuando se nos presenta una trama en la que al final “el vencedor” es aquel con el que “yo me identifico” entonces las personas dejan de atender al “cómo”.
Es decir, el vídeo logra calar en las emociones de aquellos que son afines al cristianismo, evangelismo, mesianismo, valga la redundancia. Por ende, el “switch” que regula la acción posterior al vídeo, corta el paso al análisis para dar paso a la emotividad.
Yo le voy a comentar algunas cosas, con la intención de que usted pueda considerar “una tercera opción”, aunque confío en que en su análisis usted (respetable lector) ya ha encontrado muchas otras.
Las Sagradas Escrituras están conformadas por 24 libros (En el judaísmo, y se les denomina Tanaj).
- La sección que se estudiaba todos los días de reposo (shabatót) era la Torá, a saber, el Pentateuco.
- La Torá se la divide en 54 porciones, a cada porción se le denomina “Parashá Hashavuá” (porción semanal)
- Cada porción semanal comprende una determinada cantidad de versículos, que pueden abarcar varios capítulos.
- Cada Parashá (porción semanal) está subdividida en 7 “aliót”, que consiste en subdividir la porción semanal en siete partes y estudiar una cada día de nuestras vidas.
La lectura de las porciones de Los Profetas, que se le conoce como Neviím, surge al con el origen de la Sinagoga, durante el cautiverio judío.
La Parashá y la Haftará:
Si a la porción semanal de la Torá se le denomina “Parashá”.
A la porción semanal de los Profetas se le denomina “Haftará”
Atienda por favor.
La lectura semanal de la Haftará no fue una iniciativa judía “per sé”, sino que fue la respuesta a un decreto imperial que prohibía a los judíos el estudio de la Torá.
Volvamos al vídeo presentado en el que dice que los judíos prohíben leer Isaías 53 en la Sinagoga.
Ahora a confrontarlo con la realidad histórica: La Sinagoga no es una invención “neotestamentaria” sino que surgió en un determinado momento histórico y en un determinado contexto que nada tienen que ver con Jesús el Nazaretano, ya que ocurrió siglos antes de que se escribiese el «Nuevo Testamento».
Cuando se estableció la lectura semanal de los profetas, tenía que ver tampoco con lo que diga el «Nuevo Testamento» o el «cristianismo» sobre Isaías 53, por los mismos motivos que ya he mencionado.
Para el imperio babilónico los libros de los Profetas no eran considerados como “divinos para los judíos” sino que los asumían como registros folclóricos de su historia. (la historia judía). Por tanto, no los prohibieron.
Con el pasar de los años otras porciones de los profetas (conforme iban apareciendo) eran añadidas a la Haftará.
Cabe mencionar y poner énfasis en que para el pueblo judío, la profecía culmina con “Malají” o “Malaquías” por tanto, mucho antes de que aparezca el cristianismo.
Siendo así, las posibilidades de que no se incluyera Isaías 53 dentro de la lectura de la Haftará nada tiene que ver con la existencia del cristianismo o su veneración (de los cristianos) a Jesús el Nazaretano.
La mayoría de capítulos y versículos de las Escrituras no forman parte de la liturgia dentro de la sinagoga. ¿Deberíamos creernos la falacia de que están prohibidos?.
Si uno quiere engañarse a sí mismo, no existen límites para aprobar y reprobar lo que se ajuste o no a sus preferencias.
Sin embargo:
- Isaías 42 es una de las Haftarót y se encuentra en Mateo 12. Si hubiésemos querido ajustar las “Haftarót” para que no tengan que ver con el cristianismo, no existiría esa Haftará.
- Isaías 61, que se encuentra en Lucas 4:18 es una Haftará que estudiamos en la semana de la Parashá Nitzavim(Porción semanal número 51 de las 54). Si hubiésemos querido ajustar las “Haftarót” para que no tengan que ver con el cristianismo, no existiría esa Haftará.
- Malaquías 3 que se estudia en el Shabat próximo a Pésaj. Es mencionado en Mateo 11:10. Si hubiésemos querido ajustar las “Haftarót” para que no tengan que ver con el cristianismo, no existiría esa Haftará.
Siendo que la Haftará se estableció en algún periodo de opresión en el que se nos prohibió la lectura de la Torá, consecuentemente, la selección de la porción para la Haftará se estableció de forma temática; es decir, procurando aquellos párrafos que guardan alguna relación con la porción correspondiente [Parashá] de la Torá.
Compare las citas de la Torá con las de la Haftará, se dará cuenta de que en efecto, hay una correlación de tipo temática.
De modo que, reitero, no ha habido animosidad alguna ni mucho menos un motivo reaccionario al cristianismo para no incluir Isaías 53 entre las Haftarót así como no está incluida la mayor parte del Tana”j.