Las nuevas memorias de Bob Dylan, escritas por su mejor amigo, permiten a los lectores echar un vistazo a las partes del lado judío del icono musical que nunca antes se habían conocido.
En “Dylan y Yo: 50 años de aventura” (escrito con el músico Kinki Friedman), Louis Kemp, quien conoció a Dylan en el campamento de verano en 1953 y también produjo su gira “Rolling Thunder Revue”, habla sobre su amistad con el cantante desde que crecieron en familias judías de clase media en el norte de Minnesota, según la Jewish Magazine.
Dylan, nacido bajo el nombre de Bobby Zimmermann, comenzó a abrazar el cristianismo evangélico en 1979, mientras Kemp se convertía en un judío más observador. Estaba decidido a “traer a Bobby a casa”, escribió.
Kemp explicó que el judaísmo del rockero estadounidense era una parte fundamental de su personalidad. Dijo: “No tengo ninguna duda de que el deseo de Bobby de escribir canciones importantes nació, al menos en parte, de sus raíces judías”.
Dylan regresó a sus raíces judías en 1983, y Kemp escribió un capítulo en sus memorias sobre cómo llevó al cantante y actor Marlon Brando a un Séder de Pascua. En el mismo año, el álbum de Dylan ‘The Wrong’ incluía el tema israelí ‘Neighborhood Bully’.
Los capítulos finales de las memorias de Kemp incluyen una historia sobre Dylan, quien asistió a un servicio de Yom Kippur en 2007 en la Casa de Santa Mónica en Habad, California, y fue invitado a abrir el Arca a la Torá. Debido a su disfraz habitual, vaqueros y blusa desgarrados, uno de sus feligreses parece haberle confundido con un hombre sin hogar.
Dylan, de 78 años, celebró el bar mitzvah de su hijo mayor, Jesse, en el Muro Occidental en Jerusalén en 1983. Divorciado dos veces, tiene seis hijos.
En 2016 recibió el Premio Nobel de Literatura, que sorprendió por primera vez a muchos en el mundo literario para cualquier compositor.