El Movimiento Conservador ha publicado una lista de rabinos que ha expulsado o suspendido por acusaciones de mala conducta, en su intento de mejorar la gestión de las acusaciones contra sus dirigentes espirituales.
“La publicación de los nombres de los que violan nuestro Código de Conducta es un paso más en nuestro compromiso continuo con la transparencia”, dijo el rabino Daniel Pressman, que preside el comité de ética de la Asamblea Rabínica del movimiento.
“Como sociedad hemos aprendido los peligros que existen cuando no hablamos y denunciamos. El trabajo de revisión y actualización del Código de Conducta Profesional de la AR es parte de nuestra sagrada obligación de mejorar continuamente nuestras prácticas que ayudan a mantener y crear comunidades seguras”, añadió la directora de compromiso de la AR, la rabina Sheryl Katzman, en un comunicado emitido el jueves.
La lista, publicada el martes por la AR, incluye nueve nombres de rabinos vivos que han sido amonestados desde 2004. Están separados en tres categorías: los que han sido expulsados por ofensas más serias como conducta sexual inapropiada, los que han sido expulsados por ofensas menos serias como violaciones a las “normas de práctica religiosa” de la AR, y los que han sido suspendidos por violaciones éticas.
No se proporcionaron detalles específicos que explicaran las ofensas de cada uno de los rabinos enumerados, solo la fecha de la decisión y una descripción general de la ofensa.
Entre los rabinos expulsados a principios de este año por “asuntos financieros y comerciales” está Dov Haiyun.
En 2018, Haiyun fue detenido por la policía israelí por celebrar una boda no ortodoxa. Nunca fue acusado y el movimiento conservador lo defendió ardientemente, criticando a las autoridades israelíes por el episodio.
La publicación de la lista se produjo aproximadamente siete meses después de que la AR anunciara el lanzamiento de una revisión más amplia de su código de conducta y de cómo ha manejado las quejas contra el personal.
Más recientemente, la organización paraguas de la AR —la Sinagoga Unida del Judaísmo Conservador— se ha visto sometida a un intenso escrutinio tras las acusaciones de que altos cargos de su movimiento juvenil ignoraron las denuncias de agresión sexual presentadas contra un antiguo director regional.