En Umán, Ucrania, miles de judíos de todo el mundo se congregan cada año para celebrar Rosh Hashaná, el Año Nuevo Judío, en un lugar que se ha convertido en el epicentro de la peregrinación judía más grande fuera de Israel.
A pesar de los peligros y las complicaciones, cientos de padres con niños pequeños han decidido mantener viva esta tradición centenaria, viajando largas distancias y enfrentando adversidades para visitar el lugar de entierro del Rabí Nachman, líder del movimiento Breslov del judaísmo jasídico en el siglo XVIII.
El viaje, que solía ser desafiante, se ha vuelto aún más complicado desde la invasión de Rusia a Ucrania en 2022, que cerró los vuelos comerciales en ese país. A pesar de las advertencias de los gobiernos de Israel y Ucrania, aproximadamente 32,000 peregrinos han llegado a Uman este año, destacando su determinación de mantener esta expresión de devoción religiosa.
La presencia de niños en esta peregrinación resalta el compromiso de las familias judías con esta tradición. Aunque algunos han criticado la peregrinación, argumentando que los riesgos superan los beneficios, muchos padres ven esta experiencia como una oportunidad para moldear y educar a sus hijos en la fe.
A pesar de las preocupaciones de seguridad, algunos padres como Ofer Azran, un electricista de Petah Tikva, consideran que Uman es tan seguro como cualquier otro lugar y que el riesgo está presente en todas partes. El primer ministro Benjamin Netanyahu, por otro lado, ha instado a los israelíes a actuar con responsabilidad en sus viajes a Ucrania.
Mientras algunos legisladores y figuras religiosas discrepan sobre la peregrinación, para muchos judíos en Uman, la espiritualidad y la amabilidad son fundamentales en esta experiencia. A pesar de los desafíos, la tradición continúa atrayendo a aquellos que buscan una conexión espiritual y una forma de mantener viva su fe.
En Uman, durante la víspera de Rosh Hashanah, las calles se llenan de vida con la venta de productos y comida kosher, y la música jasídica resuena en el aire. La espiritualidad es palpable en cada rincón, y a pesar de las adversidades, los peregrinos siguen llegando a este lugar sagrado para celebrar y reflexionar en medio de una atmósfera única y conmovedora.
A pesar de las críticas y los peligros, la peregrinación a Uman sigue siendo una tradición profundamente arraigada en la comunidad judía, donde la devoción y la fe superan cualquier obstáculo en el camino.