Los dos rabinos principales de Israel -el rabino principal asquenazí David Lau y el rabino principal sefardí Yitzhak Yosef- envían una carta a los ministros del gabinete criticando la aprobación de un proyecto de ley que reformaría el sistema de conversión del país, calificando la propuesta de divisiva y falsa.
“El gobierno está discutiendo una ley que tendrá un impacto en muchos ciudadanos y en la sociedad israelí en su conjunto. Tomar decisiones sobre un tema tan delicado e importante como éste ignorando la postura de los jefes de los rabinos y de los jueces rabínicos de Israel… hace un desgarro en la nación y provocará necesariamente la formación de comunidades dispares en Israel”, dice la carta.
Los jefes de los rabinos dicen que la propuesta del ministro de Servicios Religiosos, Matan Kahana, equivale a “engañar al converso, ya que cualquiera que pase por este proceso [de conversión] no será considerado un converso justo por la mayoría de los rabinos y jueces rabínicos de Israel”.
El proyecto de ley se elaboró con el asesoramiento de varios rabinos destacados del movimiento ortodoxo moderno, entre ellos el rabino Chaim Druckman, una de las principales figuras del sionismo religioso. Sin embargo, los rabinos ultraortodoxos han rechazado de plano la reforma de Kahana.