Zebulon Simantov, el último judío de Afganistán que huyó del país a principios de este mes, se dirige a Nueva York, informó el New York Post.
Aunque Simantov, de 62 años, dijo que no temía a los talibanes y que inicialmente pensaba quedarse en Afganistán, acabó abandonando su país por miedo al ISIS y a Al-Qaeda.
En declaraciones al Post, en su primera entrevista desde que dejó Afganistán, Simantov dijo: “Me gusta todo en Nueva York. Todo es emocionante. Me gustaría ser ciudadano estadounidense”.
El líder de la mayoría del Senado estadounidense, Chuck Schumer, ha presionado para conseguir documentos de viaje para que Simantov venga a Estados Unidos, y su oficina dijo al Post que estaban trabajando en el caso.
Simantov tiene previsto alojarse en casa de unos familiares en Queens, Nueva York, añadió el sitio.
“Soy un hombre de negocios, haré negocios allí”, dijo Simantov al Post.
Al explicar su decisión de marcharse, añadió: “Intuía que algo terrible iba a ocurrirle a Afganistán. Los talibanes son mucho más crueles que antes. Ahora matan a la gente como si fueran animales pequeños”.
Simantov también dijo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “se fue tan rápido y dejó gente atrás… Los grupos terroristas estaban celebrando cuando los talibanes derrocaron al gobierno afgano.”
También llamó “loco” al ex presidente estadounidense Donald Trump y dijo: “Pido a los ciudadanos estadounidenses que no voten ni a Trump ni al presidente Biden en las próximas elecciones de 2024.”
El New York Post también señaló que la semana pasada, Simantov firmó los papeles de divorcio liberando a su esposa, que abandonó Afganistán en 1995, de su matrimonio.
“Me era imposible seguirla. Estaba enferma”, dijo al Post, explicando que mientras estuvo en Afganistán, le había sido logísticamente imposible concederle el divorcio.
Mientras tanto, el rescatador Moti Kahana se está frustrando con los retrasos para llevar a Simantov a Estados Unidos.
“No soy una niñera”, dijo el Post sobre Simantov, que se aloja en una habitación de hotel. Añadiendo que encontrar comida kosher era casi imposible, Kahana añadió: “Está perdiendo mucho peso comiendo verduras”.