Un importante político libanés sancionado por Estados Unidos dijo el jueves que desempeñó un papel entre bastidores en las conversaciones mediadas por Estados Unidos para delimitar la frontera marítima de Líbano con Israel, sirviendo de enlace con Hezbolá.
Gebran Bassil, diputado cristiano y ex ministro, fue sancionado en 2020 por presunta corrupción y apoyo material a Hezbolá, pero niega las acusaciones.
En una entrevista exclusiva concedida a Reuters el jueves dijo que, a pesar de las sanciones, participó personalmente en las negociaciones mediadas por Estados Unidos para trazar la frontera marítima entre Líbano e Israel.
“Es normal que tenga un papel. Todo el mundo lo sabe: es mi obligación y mi deber”, dijo en su despacho de las afueras de Beirut.
“Puedo enlazar políticamente con las partes de dentro y de fuera… y está claro que lo hemos conseguido”.
El acuerdo sobre la frontera marítima
De concretarse, el acuerdo sobre la frontera marítima – saludado por las tres partes como un logro histórico – marcaría una salida diplomática de décadas de guerra y hostilidad, además de abrir la puerta a la exploración energética en alta mar.
Bassil declinó decir específicamente qué tipo de papel desempeñó, pero sí dijo que estuvo en contacto con Hezbolá, el poderoso grupo armado respaldado por Irán que es un enemigo jurado de Israel.
“Estuve en contacto directo y continuo con mucha gente: con Hezbolá, con otros que no son Hezbolá”, dijo, describiendo el papel del movimiento armado respaldado por Irán como “positivo”.
No hubo respuesta inmediata del gobierno de Estados Unidos ni de Hezbolá a las solicitudes de comentarios.
El Movimiento Patriótico Libre de Bassil es el principal aliado cristiano de Hezbolá, y él ha dado crédito al grupo armado por la influencia que ofreció al Líbano en el proceso de negociación.
Dijo que su participación en el expediente no era un esfuerzo por borrar su nombre de la lista negra de Estados Unidos.
“Esto no tiene nada que ver con las sanciones. En absoluto. Las sanciones se eliminarán porque son injustas”, dijo.
Bassil dijo que ya estaba en proceso de apelación en Estados Unidos, dirigiéndose al Departamento del Tesoro y exigiendo detalles sobre el expediente del gobierno estadounidense sobre él a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información.
El embajador estadounidense en Líbano, Dorothy Shea, declaró anteriormente a Reuters que Bassil no había solicitado el levantamiento de las sanciones a cambio de propuestas políticas, como la de ayudar a conseguir un acuerdo sobre la frontera marítima.
“No es así como funcionan las sanciones. No somos tan baratos”, dijo Shea.
Bassil, cristiano maronita, es uno de los políticos más influyentes del Líbano y el jefe del FPM, fundado por el presidente saliente Michel Aoun.