Estados Unidos advirtió el lunes a sus ciudadanos en Turquía de un posible atentado terrorista “inminente” contra sinagogas, iglesias y misiones diplomáticas en Estambul, en represalia por varios incidentes recientes de quema de coranes en Europa.
El aviso, que actualizaba una advertencia realizada a principios de esta semana, instaba a los viajeros a extremar la precaución en los lugares turísticos más frecuentados por los occidentales en la ciudad, señalando las zonas de Beyoglu, Galata, Taksim e Istiklal como posibles objetivos.
El aviso añadía que las autoridades turcas estaban investigando el asunto.
El mundo islámico se enfureció este mes cuando Rasmus Paludan, activista de extrema derecha danés, recibió permiso de la policía para organizar una protesta ante la embajada turca en Estocolmo, durante la cual quemó un ejemplar del Corán. Días después, Edwin Wagensveld, líder del movimiento de extrema derecha Pegida en Holanda, arrancó páginas de un Corán cerca del Parlamento holandés y las pisoteó.
En respuesta, millones de musulmanes de todo el mundo salieron a la calle para protestar.
Turquía condenó enérgicamente las acciones, y el presidente Recep Tayyip Erdogan advirtió a Suecia de que no esperara su apoyo a su candidatura para ingresar en la alianza militar OTAN.
El viernes, Paludan, que tiene la doble nacionalidad danesa y sueca, declaró al periódico sueco Aftonbladet que repetiría la protesta frente a la embajada turca en Copenhague todos los viernes hasta que Suecia sea admitida en la OTAN.
El sábado, Ankara emitió una advertencia de viaje para Estados Unidos y Europa, en aparente represalia por alertas anteriores similares de potencias occidentales para Turquía.
El primer aviso de viaje del Ministerio de Asuntos Exteriores turco advertía de “peligrosos niveles de intolerancia y odio religiosos en Europa”. En otro comunicado se decía: “Recientemente se han producido agresiones verbales y físicas contra extranjeros y actos de racismo en todo Estados Unidos”.