WASHINGTON (Reuters) – La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el domingo que se utilizarían aviones comerciales para ayudar a transportar a las personas evacuadas de Afganistán.
La medida pone de manifiesto la dificultad que está teniendo la administración para llevar a cabo la evacuación de ciudadanos estadounidenses y afganos en riesgo.
Un portavoz del Pentágono dijo que los 18 aviones, incluidos los de United, American Airlines y Delta, no volarían a Kabul, sino que se utilizarían para transportar a las personas que ya han sido evacuadas de Afganistán.
Esta sería la tercera vez que se activa la “Flota Aérea de Reserva Civil”. La primera vez fue durante la Guerra del Golfo en 1990 y luego durante la invasión de Irak en 2002.
La primera tuvo lugar en apoyo de las operaciones Escudo del Desierto/Tormenta (de agosto de 1990 a mayo de 1991), y la segunda fue para la operación Libertad Iraquí (de febrero de 2002 a junio de 2003).
Estados Unidos y otros países extranjeros, entre ellos Gran Bretaña, han aportado varios miles de soldados para gestionar las evacuaciones de ciudadanos extranjeros y afganos vulnerables, pero se han mantenido alejados de las zonas exteriores del aeropuerto.
Funcionarios estadounidenses dijeron a Reuters que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, sopesó si la medida tendría un impacto en las operaciones comerciales de las aerolíneas.
“El Departamento (de Defensa) no prevé un impacto importante en los vuelos comerciales por esta activación”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, en un comunicado.
Pero el número limitado de aviones es solo uno de los problemas que enfrenta la evacuación. Los funcionarios están frustrados por la lentitud de los trámites que llevan a cabo el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado.
También hay una creciente preocupación por la seguridad en Kabul, donde unos 5.800 soldados protegen el aeropuerto.