El gobierno de Tobruk, que apoya al Ejército Nacional Libio (LNA), dirigido por el General Khalifa Haftar, ha dado luz verde a Egipto para que entre en el conflicto de Libia.
Una declaración emitida por Tobruk a finales del lunes dijo: “Hacemos un llamamiento a los esfuerzos conjuntos entre las dos naciones hermanas, Libia y Egipto, con el fin de derrotar al ocupante y mantener nuestra seguridad y estabilidad común en nuestro país y región”.
“Las fuerzas armadas egipcias tienen derecho a intervenir para proteger la seguridad nacional libia y egipcia si ven una amenaza inminente para la seguridad de nuestros dos países”.
El parlamento de la región oriental acogió con satisfacción las observaciones formuladas por el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sissi el mes pasado, en las que dijo que las tropas podrían entrar en Libia, advirtiendo al Gobierno rival del Acuerdo Nacional (GNA), con sede en Trípoli, de que no cruzara la línea del frente.
El GNA contraatacó, denunciando la declaración del Sissi como “una declaración de guerra”.
Egipto ha intensificado los ejercicios militares con un simulacro que se lleva a cabo a unas 37 millas de la frontera con Libia como parte de las operaciones con el nombre clave de Resolve 2020.
El mes pasado, Egipto propuso un acuerdo de paz con un camino hacia una solución política del conflicto y demandas de un cese del fuego unilateral. Fue acogido por la Liga Árabe, Rusia y Arabia Saudita. Pero el GNA y Turquía lo rechazaron, y la batalla sigue en pie.
Las fuerzas del GNA habían estado compitiendo por el control de la capital Trípoli, pero los primeros éxitos del GNA fueron repelidos tras la intervención de Turquía.
Ankara firmó un acuerdo militar y marítimo con el GNA en diciembre y desde entonces ha inundado Libia con miles de combatientes jihadistas procedentes del campo de batalla de Siria, haciendo retroceder al LNA.
La línea del frente se ha desplazado a la estratégica ciudad de Sirte, y el LNA ha impuesto un bloqueo a la producción y las exportaciones de petróleo desde enero.
El portavoz de asuntos exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, dijo: “Los tambores de la guerra que se libra en torno a Sirte en Libia amenazan con provocar graves acontecimientos y peligrosas consecuencias humanitarias y políticas”.
Hizo un llamamiento a favor de un “inmediato cese del fuego y de que prevalezca la sensatez”, con conversaciones de paz que se celebren en el marco internacional.
Sin embargo, sus esperanzas parecen ser vanas, ya que Turquía ha descartado anteriormente un alto el fuego hasta que Sirte y la base aérea de Jufra sean cedidas por el LNA.
El Ministro de Asuntos Exteriores turco Mevlut Cavusoglu dijo: “Hay preparativos para una operación, pero estamos intentando la mesa [de negociación].
“Si no hay retirada, ya hay una preparación militar; [el LNA] mostrará toda su determinación aquí”.