WASHINGTON – En alerta por nuevos ataques terroristas, el ejército de Estados Unidos ha comenzado su retirada final de Afganistán, en las últimas etapas de un frenético transporte aéreo de estadounidenses, afganos y otras personas desesperadas por escapar del dominio talibán antes de que se cierre la evacuación.
Los restos de 13 soldados estadounidenses muertos el jueves en un ataque en un aeropuerto por miembros de la filial afgana del grupo Estado Islámico, conocida como ISIS-K, están de camino a Estados Unidos, según ha informado hoy el Pentágono.
Su viaje marca un momento doloroso en una guerra estadounidense de casi 20 años que costó más de 2.400 vidas de militares estadounidenses, y que está terminando con el regreso al poder de un movimiento talibán que fue derrocado cuando las fuerzas estadounidenses invadieron el país en 2001.
El Pentágono dio a conocer los nombres de los 13 muertos: 11 marines, un marinero de la Marina y un soldado del Ejército.
Doce de ellos tenían 20 años. Algunos habían nacido en 2001, el año en que comenzó la guerra más larga de Estados Unidos. El mayor tenía 31 años.
Fueron los primeros miembros del servicio estadounidense muertos en Afganistán desde febrero de 2020, el mes en que la administración Trump llegó a un acuerdo con los talibanes, en el que el grupo militante detuvo los ataques contra los estadounidenses a cambio de un acuerdo de Estados Unidos para retirar todas las tropas y contratistas para mayo de 2021.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció en abril que los entre 2.500 y 3.000 soldados que quedaban saldrían en septiembre, poniendo fin a lo que ha llamado la guerra eterna de Estados Unidos.
Con la aprobación de Biden, el Pentágono envió a principios de este mes miles de tropas adicionales al aeropuerto de Kabul para proporcionar seguridad y facilitar el caótico esfuerzo del Departamento de Estado de EE.UU. para evacuar a miles de estadounidenses y decenas de miles de afganos que habían ayudado a EE.UU. durante la guerra.
La evacuación se vio empañada por la confusión y el caos, ya que el gobierno estadounidense se vio sorprendido por el colapso del ejército afgano y la llegada al poder de los talibanes el 15 de agosto.
La fuerza militar estadounidense en el aeropuerto de Kabul, que llegó a ser de unos 5.800 efectivos, estaba hoy por debajo de los 4.000, según un funcionario estadounidense que comentó detalles que aún no se han hecho públicos bajo condición de anonimato.
El Pentágono ha dicho que, por razones de seguridad, no proporcionará una descripción día a día de las etapas finales de la retirada militar, que incluye el vuelo de regreso a casa de las tropas, así como del equipo.