El director de la CIA, William Burns, se reunió el domingo en El Cairo con el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, para mantener conversaciones centradas en la cooperación en materia de seguridad y en las crisis regionales, según informó la presidencia egipcia.
En la reunión se trataron “una serie de cuestiones regionales de interés común, especialmente las tensiones en Oriente Medio, así como Afganistán, la presa del Renacimiento (en Etiopía) y la crisis en Libia”, según un comunicado de la oficina de Sisi.
El gobierno de Biden ha elogiado a El Cairo por su papel de mediador en la última ronda de violencia entre Israel y los grupos terroristas de Gaza. En mayo, Egipto medió en un alto el fuego entre Israel y el grupo terrorista Hamás, con sede en Gaza, poniendo fin a 11 días de enfrentamientos.
Burns y Sisi habrían discutido la larga disputa del país norteafricano con Etiopía sobre el llenado por parte de Addis Abeba de la presa del Gran Renacimiento Etíope (GERD, por sus siglas en inglés), una megapresa en el principal afluente del Nilo que tanto Egipto como Sudán dicen que podría restringir peligrosamente sus suministros de agua dulce.
También estuvieron presentes en las conversaciones el embajador de Estados Unidos en Egipto, Jonathan Cohen, y el jefe de la inteligencia egipcia, Abbas Kamel, cuya visita a Washington el mes pasado fue criticada por grupos de derechos humanos.
La lectura egipcia de la reunión entre Burns y Sisi no mencionó los derechos humanos, que el secretario de Estado Antony Blinken prometió que serían “centrales” en la relación entre Estados Unidos y Egipto. Durante la campaña presidencial de 2020, Biden prometió que no habría más “cheques en blanco” para Sisi, un general militar convertido en dictador acusado de una amplia represión de la disidencia.
Con 1.300 millones de dólares anuales, Egipto es el segundo mayor receptor de financiación militar estadounidense después de Israel. A finales de septiembre, Blinken debe decidir si libera 300 millones de dólares en ayuda militar que está condicionada a que Egipto haga progresos en materia de derechos humanos.
Dana Stroul, subsecretaria de Defensa para Oriente Medio, dijo en una audiencia en el Senado la semana pasada que la continuidad de la ayuda es necesaria a la luz de las “legítimas preocupaciones de seguridad” de Egipto.
“La asistencia en materia de seguridad a Egipto es una herramienta fundamental para apoyar esas necesidades”, dijo a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. “La opinión actual de la administración es que Egipto está desempeñando un papel constructivo en lo que se refiere a la seguridad de las fronteras, Libia, el ERS, obviamente el conflicto de Gaza, etc.”.
Burns, diplomático de carrera, se reunió la semana pasada con el nuevo primer ministro israelí, Naftali Bennett, en Jerusalén, para hablar de las amenazas que suponen Irán y su programa nuclear. Su reunión con Bennett se produjo tras el ataque mortal con un dron a un buque vinculado a Israel frente a la costa de Omán, que tanto Estados Unidos como Israel han atribuido a Teherán.