El último judío que quedaba en Afganistán, Zebulon Simantov, de 62 años, ha huido finalmente del país tras años de soportar las amenazas de los talibanes.
Unas imágenes obtenidas por la cadena pública israelí Kan muestran a Simantov y a más de dos docenas de mujeres y niños escapando a un país cercano donde probablemente se dirigirán a Estados Unidos.
A pesar de las amenazas a su vida y de haber cumplido cuatro condenas de prisión por su fe, el mes pasado Simantov volvió a jurar que nunca abandonaría su hogar.
“Si me fuera, no habría nadie para mantener la sinagoga. Tuve la oportunidad de irme a Estados Unidos, pero no me interesó”, dijo Simantov a la cadena india WION el mes pasado.
Pero con la retirada completa de Estados Unidos de Afganistán a finales de agosto, que deja el país en manos del grupo extremista, la presión sobre él para que se vaya aumentó.
Cambió de opinión cuando le pidieron que rescatara a sus vecinos.
“Lo que le hizo cambiar de opinión finalmente es que sus vecinos le dijeron que se fuera, y que se llevara a nuestros hijos porque ellos también están en peligro”, dijo el empresario israelí-estadounidense Moti Kahana, que dirige una empresa de seguridad privada que extrajo a Simantov.
En la operación de rescate de Simantov, Kahana también sacó a unas 30 mujeres y niños afganos, dijo.
El portavoz de los talibanes aseguró el mes pasado que Simantov estaría a salvo si se quedaba, pero según Kahana, el “problema de Simantov no son los talibanes, sino el Estado Islámico, Al Qaeda”.
“En su caso son los otros locos que surgen cada día ahora”, dijo Kahana a Kan. “Él les teme”, añadió.
El judío ultraortodoxo estadounidense Moshe Margaretten financió la operación. Margaretten trabaja para ayudar a los judíos a escapar del peligro.
“Moshe Margaretten por favor llévame a Nueva York con la ayuda de Dios”, dice Simantov en el vídeo.
Según el informe, es probable que acabe en Israel.