Los medios libaneses transmitieron el domingo entrevistas con la embajadora de los Estados Unidos, ignorando un fallo de un juez que prohibió a la diplomática la televisión durante un año por comentarios que criticaban el poderoso movimiento chiíta Hezbolá.
Hezbolá es la principal fuerza política detrás del gobierno libanés. Washington considera que el movimiento proiraní fuertemente armado es un grupo terrorista.
En una entrevista con la televisión Al-Hadath de Arabia Saudita el viernes, la embajadora estadounidense Dorothy Shea mencionó que el comportamiento de Hezbolá estaba impidiendo que Líbano lidiara adecuadamente con una profunda crisis económica.
Un juez chiíta en la ciudad sureña de Tiro dictaminó el sábado que los comentarios de Shea habían incitado a la lucha sectaria, y prohibió la difusión de entrevistas con ella durante un año. La Agencia Nacional de Noticias del Estado (NAA) mencionó que los medios que violen la prohibición serán multados con 200 mil dólares.
Pero el gobierno ha repudiado el fallo del tribunal, mientras que critica a Shea por los comentarios que lo han provocado.
La Ministra de Información, Manal Abdel Samad, tuiteó que si bien comprendía las preocupaciones del juez sobre los diplomáticos que se inmiscuyen en los asuntos internos de Líbano “nadie tenía derecho a impedir que los medios de comunicación cubrieran las noticias o a limitar la libertad de prensa”.
Un funcionario del gobierno libanés y una fuente diplomática occidental señalaron que Shea había sido convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores el domingo. No se dieron más detalles.
En una de varias apariciones en los medios de comunicación el domingo, Shea declaró a la emisora MTV que un alto funcionario del gobierno le había asegurado que el tribunal no tenía autoridad para ordenar la prohibición y que el gobierno tomaría medidas para revertirla.
Describió el fallo como un intento “realmente patético” de silenciar a los medios de comunicación, e indicó que el gobierno debería centrarse más en la aplicación de las reformas económicas.
“Sugeriría que todos intentemos dejar atrás este capítulo”, concluyó.