WASHINGTON – El programa de Recompensas por la Justicia del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el jueves que ofrecía una recompensa de hasta 3 millones de dólares por información sobre ataques contra estadounidenses en Irak.
El anuncio se produce un día después de que se produjera un ataque con tres drones “cargados de explosivos” contra el aeropuerto de Bagdad, donde están desplegadas las tropas estadounidenses.
“Oh, pueblo fiel de Irak, terroristas cobardes están atacando las misiones diplomáticas de Estados Unidos en Irak, y luego huyen para esconderse entre los civiles”, decía un comunicado en árabe en la cuenta de Twitter de Recompensas por la Justicia.
“Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 3 millones de dólares por información sobre ataques planeados o pasados contra instalaciones diplomáticas estadounidenses”, decía el comunicado, que iba acompañado de un vídeo.
En él se facilitaba un número de teléfono estadounidense y se decía que la información podía enviarse a través de las aplicaciones de mensajería Whatsapp, Telegram o Signal.
Los intereses estadounidenses en Irak han sido objeto de repetidos ataques desde octubre de 2019, incluso con cohetes, y Estados Unidos los atribuye habitualmente a las facciones respaldadas por Irán.
Desde principios de año, un total de 42 ataques han tenido como objetivo la embajada estadounidense en Bagdad, las bases iraquíes que albergan a las tropas estadounidenses o los convoyes iraquíes que transportan apoyo logístico.
El último ataque del miércoles se llevó a cabo con tres drones cargados de explosivos, según informó el jueves el ejército iraquí.
Según el ejército, uno de los drones fue interceptado por las defensas aéreas el miércoles por la noche, lo que supone el cuarto ataque de este tipo en menos de dos meses.
Los expertos afirman que el uso de este tipo de aviones no tripulados supone una escalada de los ataques contra los intereses estadounidenses por parte de las fuerzas proiraníes.
Las técnicas son similares a las desplegadas por los hutíes en Yemen contra Arabia Saudita.
El ataque del miércoles fue el primero de este tipo contra objetivos en la capital iraquí, la segunda ciudad más poblada del mundo árabe.
El miércoles, cinco cohetes cayeron también en Balad, una base aérea situada más al norte, donde tienen su base los contratistas estadounidenses, dijo una fuente de seguridad.
No causaron víctimas ni daños, dijo la fuente.
La base de Balad ha sido atacada con tanta frecuencia que la empresa de armamento estadounidense Lockheed Martin se retiró el mes pasado, alegando la preocupación por la seguridad de su personal.
Los grupos proiraníes habían celebrado el miércoles lo que describieron como “una victoria más” para la coalición paramilitar Hashed Al-Shaabi, afiliada al Estado, al ser liberado el comandante Qassem Muslah.
Muslah había sido detenido en mayo por los servicios de inteligencia de la policía como sospechoso de haber ordenado el asesinato de Ihab al-Wazni, activista prodemocrático asesinado a principios de ese mes por hombres armados no identificados que iban en moto.
Las autoridades iraquíes han culpado en repetidas ocasiones a los “forajidos” de llevar a cabo atentados “terroristas” con cohetes o drones cargados de explosivos, pero han tenido dificultades para identificar a quienes están detrás de estos ataques.