La devastadora explosión de Beirut causó hasta 8.100 millones de dólares en daños y pérdidas económicas, y el Líbano necesita cientos de millones de dólares en ayuda para recuperarse, dijo el lunes el Banco Mundial.
La doble explosión del 4 de agosto destrozó una vasta sección del puerto de la ciudad y las zonas circundantes, matando a decenas de personas y sumiendo al país en una mayor agitación económica.
El costo de los daños materiales de las explosiones oscila entre 3.800 y 4.600 millones de dólares, mientras que los daños económicos ascienden a entre 2.900 y 3.500 millones de dólares, según una estimación del banco.
El Líbano necesita ahora entre 605 y 760 millones de dólares en ayuda financiera urgente para recuperarse del desastre, dijo el Banco Mundial en una “Evaluación rápida de los daños y las necesidades” realizada con las Naciones Unidas y la Unión Europea.
Los sectores económicos más afectados fueron la vivienda, el transporte y el patrimonio cultural, incluidos los sitios religiosos y arqueológicos, los monumentos nacionales, los teatros, los archivos y las bibliotecas, según el estudio.
Según el Banco Mundial, además de la necesidad inmediata de cientos de millones de dólares en ayuda, el Líbano tendrá que recaudar entre 1.180 y 1.460 millones de dólares adicionales en 2021.
Las prioridades de gasto del gobierno serían el transporte, las necesidades culturales y la vivienda, según la evaluación.
En el plano macroeconómico, el banco señaló que el impacto de la explosión se sentirá a través de “pérdidas en la actividad económica causadas por la destrucción de capital físico”, seguidas de “perturbaciones comerciales que resulten en mayores costos de transacción del comercio exterior y la pérdida de ingresos fiscales”.
Se prevé que el producto interno bruto del Líbano disminuirá en un 0.4 % adicional este año y en un 0.6 % adicional en 2021.
El país ya se enfrentaba a una grave crisis económica agravada por la pandemia del coronavirus, y el Banco Mundial había estimado anteriormente que su economía se contraería en un 10,9% este año.
Además de provocar una recesión más profunda, las explosiones aumentarían la pobreza, que según el banco ya afectaba al 45 por ciento de la población.
Dadas las graves dificultades financieras del Líbano y la falta de reservas de divisas, Beirut dependerá de la ayuda internacional y la inversión privada para recuperarse, según la evaluación.
Para obtener fondos suficientes, los funcionarios tendrán que promulgar un programa creíble de reformas para protegerse de la corrupción, y centrarse en “romper el dominio de la captura de la élite, que ha monopolizado tanto los recursos privados como los públicos”.