El primer ministro de Irak condenó el viernes el asesinato del comandante de la Fuerza Quds iraní, el general de división Qassem Soleimani, y del comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, y dijo que “encendería la mecha” de la guerra.
“El asesinato de un comandante militar iraquí que ocupa un cargo oficial se considera una agresión a Irak… y la liquidación de figuras líderes iraquíes o de un país hermano en suelo iraquí es una masiva violación de la soberanía”, dijo el primer ministro iraquí Adil Abdul-Mahdi.
Abdul-Mahdi, cuyo gobierno tiene el respaldo de Irán, dijo en una declaración que el ataque aéreo estadounidense era “una peligrosa escalada que encenderá la mecha de una guerra destructiva en Irak, la región y el mundo”.
El primer ministro renunció en noviembre debido a las protestas antigubernamentales, pero sigue en el cargo en calidad de encargado. Por lo menos 450 personas han muerto en los disturbios, en parte debido a la ira por la influencia iraní en Irak.
El primer ministro dijo que el ataque de Estados Unidos violaba los términos de la presencia militar estadounidense en Irak, añadiendo que las tropas estadounidenses estaban exclusivamente en Irak para entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes y luchar contra el Estado Islámico en el marco de una coalición global.
Abdul-Mahdi pidió al parlamento que convocara una sesión extraordinaria para “tomar medidas legislativas y las disposiciones necesarias para salvaguardar la dignidad, la seguridad y la soberanía de Irak”.
No especificó lo que esas disposiciones conllevarían, pero algunos funcionarios y parlamentarios han pedido que se tomen medidas para expulsar a las tropas estadounidenses de Irak.
El vice presidente del parlamento iraquí dijo que se había fijado una sesión parlamentaria de emergencia para el sábado para discutir el ataque aéreo estadounidense.
Hassan al-Kaabi dijo que era hora de poner fin a “la imprudencia y arrogancia de Estados Unidos”, añadiendo que la sesión del sábado se dedicará a tomar “decisiones decisivas que pongan fin a la presencia de Estados Unidos dentro de Irak”.
Abdul-Mahdi describió a Soleimani y a al-Muhandis como “enormes símbolos de la victoria contra los terroristas del Estado Islámico”.
Miles de iraquíes han salido a la calle desde el 1 de octubre para condenar, entre otras cosas, a las milicias y sus patrones iraníes que apoyan al gobierno de Abdul-Mahdi.
Los manifestantes también han exigido una revisión de un sistema político que consideran corrupto y que mantiene a la mayoría de los iraquíes en la pobreza.