Según investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, se prevé que Irán tenga la mayor tasa anual de mortalidad por calor de Oriente Próximo y Norte de África (MENA) a finales de este siglo.
Según los investigadores, los Estados más pequeños del Golfo, como Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, registrarán los mayores aumentos relativos de muertes relacionadas con el calor.
Muertes relacionadas al calor
En escenarios de altas emisiones, se prevé que aproximadamente 123 personas por cada 100.000 en Oriente Medio y Norte de África mueran anualmente por causas relacionadas con el calor, casi 60 veces más que las cifras actuales y mucho más que las predicciones en escenarios similares en todo el mundo.
Sin embargo, los investigadores afirman que, si el calentamiento global se limitara a 2º C, más del 80 % de estas muertes podrían evitarse, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de mejorar las políticas de adaptación y de cambiar a tecnologías renovables.
Los resultados se publican mientras el mundo se prepara para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), que se celebrará en Dubái en noviembre.
Los resultados acaban de publicarse en The Lancet Planetary Health Journal con el título “Tendencias actuales y futuras de la mortalidad relacionada con el calor en la región de Oriente Medio y Norte de África: una evaluación del impacto sanitario con datos estadísticamente redimensionados y ajustados por sesgo e inferencia bayesiana”.
El autor principal fue el catedrático de salud ambiental global Shakoor Hajat, de la London School.
¿Hasta qué punto será peligroso el aumento de las temperaturas en Oriente Medio?
A pesar de la vulnerabilidad de Oriente Medio y el Norte de África, el impacto del estrés térmico sigue sin estudiarse a fondo. En los escenarios de emisiones elevadas -definidos por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático como Vías Socioeconómicas Compartidas (SSP) 5-8.5-, la mayor parte de la región de Oriente Medio y Norte de África experimentará niveles considerables de calentamiento en la década de 2060.
Examinaron las tendencias actuales (2001 a 2020) y futuras (2021 a 2100) de la mortalidad relacionada con el calor en 19 países de la región MENA.
En el marco del SSP5-8.5, las muertes anuales relacionadas con el calor aumentarán de aproximadamente dos por cada 100.000 en la actualidad a 123 por cada 100.000 en el periodo comprendido entre 2081 y 2100.
Aunque el número actual de muertes relacionadas con el calor en Oriente Medio y Norte de África es relativamente bajo en comparación con otras regiones (dos por 100.000 frente a 17 por 100.000 en Europa Occidental o 10 por 100.000 en Australasia, por ejemplo), se espera que este aumento sea mucho mayor que en otras regiones del mundo en escenarios de cambio climático similares.
También se prevén tasas elevadas en otros países y territorios de Oriente Medio y Norte de África, como Irak (169 por 100.000), Israel (163 por 100.000) y la Autoridad Palestina (186 por 100.000).
Posible solución
Para la región, si el calentamiento global puede limitarse a dos grados según lo definido por SSP1-2.6, el equipo estimó que podría evitarse más del 80 % del total de 123 muertes anuales previstas relacionadas con el calor por cada 100.000 personas.
Con la COP28 en el horizonte, los autores concluyeron que es aún más urgente reforzar las políticas de mitigación y adaptación, tanto en la conferencia como después, si MENA quiere evitar los peores efectos posibles del calentamiento futuro.
No bastará con recurrir a las soluciones tradicionales de adaptación al calor, advirtieron, “ya que el crecimiento de la población será un factor importante de las muertes relacionadas con el calor previstas, las políticas demográficas y el envejecimiento saludable también serán vitales para que MENA se adapte con éxito a un clima cambiante”. El calentamiento global deberá limitarse a dos grados para evitar las catastróficas consecuencias sanitarias estimadas en nuestro estudio”.
Reforzar los sistemas sanitarios y mejorar la coordinación entre los países de Oriente Medio y Norte de África será fundamental para hacer frente a las repercusiones del cambio climático en la salud de la región.
“Con la COP28 a la vuelta de la esquina, es necesario debatir cómo pueden colaborar mejor los países de la región para mejorar la resiliencia frente al cambio climático”, concluyó Hajat.