BAGDAD, 2 de julio (Reuters) – Cientos de iraquíes protestaron el viernes en Bagdad por el empeoramiento de los cortes de electricidad y agua, mientras las temperaturas superaban los 50 grados centígrados en algunas partes de Irak.
En la oración del viernes en el distrito de Ciudad Sáder de Bagdad, los hombres sudaron y rezaron bajo sombrillas, y luego realizaron una protesta criticando al gobierno por no proporcionar a sus ciudadanos suficiente electricidad.
“La situación está empeorando. Podemos soportar los cortes de electricidad, incluso 10 horas de cortes al día, pero que nos den algo”, dijo Haider Hussein, un obrero de 32 años.
Los habitantes de la mayoría de las provincias del país se quedaron sin electricidad antes del amanecer, en uno de los peores cortes de este año. Por la tarde, Bagdad volvió a tener algo de electricidad de la red principal.
El cielo de Bagdad, donde los residentes disfrutan de un mejor suministro que en las zonas más pobres del sur de Irak, se nubló de smog después del amanecer, ya que los hogares hicieron funcionar sus generadores de energía durante períodos mucho más largos de lo habitual.
La energía de la red principal de Irak sufre durante todo el año cortes de varias horas al día, pero la escasez empeora durante los calurosos meses de verano, cuando las temperaturas alcanzan regularmente los 50 grados y los hogares dependen del aire acondicionado.
Los iraquíes culpan a un gobierno que depende de las importaciones de energía de Irán y que, según ellos, no ha desarrollado la red propia de Irak para dar servicio a su población. El Ministro de Electricidad de Irak dimitió esta semana bajo presión por la crisis energética, según informaron los medios de comunicación locales.
Haider al-Saidi, un líder tribal de 52 años que protestaba en Ciudad Sadr, culpó a la clase política que ha gobernado Irak desde el derrocamiento de Saddam Hussein en 2003.
“Desde aquel régimen hasta éste, seguimos sin tener suficiente electricidad. ¿Qué ha traído la democracia? Todo va de mal en peor”, dijo.
La reducción del suministro de energía desde Irán este mes y una serie de ataques a las líneas eléctricas por parte de militantes han agravado la crisis eléctrica.