Jordania presentó el lunes una importante estrategia de desarrollo para el país de Oriente Medio hasta los próximos 10 años, con el objetivo de duplicar su crecimiento para ayudar a rejuvenecer una economía afectada por la agitación regional.
El plan es uno de los principales pilares de las reformas impulsadas por el Rey Abdullah desde el año pasado para ayudar a este país importador de petróleo a revertir una década de lento crecimiento que ronda el 2% y que se ha visto agravado por la pandemia y el conflicto en las vecinas Irak y Siria.
En una ceremonia a la que asistió el monarca, la visión pretende atraer 41.000 millones de dólares en fondos que ayudarán a elevar el PIB del país a 58.100 millones de dinares (82.000 millones de dólares) para 2033, desde los 30.200 millones actuales.
El primer ministro, Bisher al Khasawneh, dijo que se había comprometido a aplicar las reformas esenciales de libre mercado que, según los empresarios, las anteriores administraciones conservadoras han frustrado durante mucho tiempo.
“No podemos permitirnos el lujo de no potenciar el sector privado ni el lujo de poner obstáculos a los inversores”, dijo Khasawneh a la reunión de cientos de empresarios, funcionarios y políticos invitados por el palacio para intercambiar ideas y exponer el plan.
Durante mucho tiempo se ha culpado a la clase dirigente conservadora tradicional de obstaculizar la modernización impulsada por el monarca de tendencia occidental, por temor a que las reformas liberales erosionen su control del poder.
Khaswaneh dijo que el gobierno también desvelaría pronto un plan de reforma para un sector público hinchado que se expandió rápidamente cuando los sucesivos gobiernos trataron de apaciguar a los ciudadanos con empleos estatales para mantener la estabilidad.
El gasto desenfrenado contribuyó a disparar la deuda pública, que asciende a 40.000 millones de dólares, equivalentes al 90% del producto interior bruto, y que Jordania ha estado luchando por frenar.
Sin embargo, en los dos últimos años, Jordania se ha ganado elogios por su buen rendimiento en el marco de un programa de reformas estructurales de cuatro años de duración respaldado por el FMI, que ha aportado prudencia fiscal al tiempo que ha evitado las medidas de austeridad que desencadenaron el malestar social en años anteriores.
El documento señala que uno de los principales retos es absorber a más de un millón de jóvenes en los próximos 10 años y revertir el desempleo récord que alcanzó el 24% en un país en el que más de un tercio de sus 10 millones de habitantes son menores de 14 años.
“Si no encontramos soluciones en 10 años, tendremos un millón de jordanos sin trabajo”, dijo Khaswaneh.