La fiscalía de Kuwait ha detenido a 18 personas sospechosas de financiar al grupo terrorista chií libanés Hezbolá, según informaron el jueves los periódicos Al Qabas y Al Rai.
Al Qabas dijo que la fiscalía ordenó que los detenidos permanecieran en la prisión central durante 21 días mientras continúan las investigaciones sobre la supuesta “pertenencia a un partido prohibido, el blanqueo de dinero y el espionaje”.
El Ministerio del Interior no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de Reuters. Los Estados árabes del Golfo designaron en 2016 a Hezbolá, aliada de Irán, como organización terrorista.
Líbano se enfrenta a una crisis diplomática a medida que los Estados del Golfo están cada vez más consternados por la creciente influencia de Hezbolá en la política libanesa.
Arabia Saudí, Kuwait y Bahréin expulsaron el mes pasado a diplomáticos libaneses y retiraron a sus propios enviados tras los comentarios críticos de un ministro sobre la intervención militar liderada por Arabia Saudita en Yemen. Riad prohibió todas las importaciones procedentes de Líbano.
El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita dijo que las medidas se debían no sólo a los comentarios del ministro de Información, George Kordahi, realizados antes de que se formara un nuevo gabinete, sino más bien a las objeciones de Riad a la “dominación” de Hezbolá.
La Arabia Saudita, musulmana suní, y el Irán chií han estado enfrentados durante décadas en conflictos por delegación en toda la región.
Kuwait ha mantenido durante mucho tiempo unos lazos equilibrados entre sus vecinos más grandes, pero en 2016 condenó a un grupo de kuwaitíes chiíes por espiar para Irán y Hezbolá, acusando entonces a Teherán de intentar desestabilizarlo. Irán había negado cualquier conexión.
A principios de este mes, varios de los condenados en ese caso fueron liberados en virtud de un indulto emitido por el emir gobernante de Kuwait en virtud de una amnistía destinada a desactivar un bloqueo interno entre el gobierno y los legisladores de la oposición.