Las Naciones Unidas dijeron que sus fondos humanitarios han asignado al Líbano 10 millones de dólares para ayudar a esta nación con problemas de liquidez en la compra de combustible vital para alimentar hospitales y estaciones de agua.
“Líbano se enfrenta a una profunda incertidumbre. Sin embargo, la comunidad humanitaria está decidida a ayudar a todas las poblaciones vulnerables, ya sean libaneses, refugiados o inmigrantes”, tuiteó el miércoles el jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, durante una visita a Beirut.
La agencia humanitaria de la ONU, OCHA, dijo el martes que se había previsto una asignación de 6 millones de dólares del Fondo Humanitario del Líbano para ayudar a 65 hospitales, centros de atención primaria de salud, dispensarios e instalaciones de almacenamiento médico en frío.
Otros 4 millones de dólares se destinarán a los centros de salud, así como a las estaciones de agua y a cuatro instalaciones de agua que atienden a más de dos tercios de la población del Líbano, dijo en un comunicado.
“La asignación ayudará a 2,3 millones de personas en todo el Líbano asegurando que haya suficiente combustible para mantener las estaciones de agua en funcionamiento”, dijo la OCHA.
“La escasez de combustible, resultado de la actual crisis socioeconómica y política, está poniendo en peligro la disponibilidad de atención sanitaria y agua potable para casi todos los habitantes del Líbano”, añadió.
El colapso económico de Líbano ha despojado a la moneda nacional de la mayor parte de su valor y ha dejado a cuatro de cada cinco habitantes por debajo del umbral de la pobreza.
La crisis se agravó cuando el banco central empezó a eliminar las subvenciones para apuntalar sus menguantes reservas de divisas, encareciendo el coste de las importaciones de combustible.
Esto ha provocado escasez de casi todo, con cortes de electricidad que duran hasta 22 horas al día y un combustible para los generadores privados cada vez más escaso.
Muchos hospitales se han visto obligados a reducir sus operaciones debido a la escasez.
La agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, ha advertido en repetidas ocasiones que un corte casi total del suministro de agua en el Líbano podría poner en peligro a más de cuatro millones de personas.