Manifestantes, algunos de ellos quemando neumáticos, bloquearon el lunes las carreteras en algunas partes de Líbano en protesta por el colapso económico del país, días después de que la libra libanesa se hundiera a nuevos mínimos.
La crisis económica de Líbano, que estalló en 2019, ha sumido a más de tres cuartas partes de la población en la pobreza y la moneda local se ha desplomado más del 90%.
La semana pasada, la libra libanesa se hundió a más de 25.000 frente al dólar, desde una cotización en 2019 de 1.500.
Las carreteras estaban bloqueadas por la quema de neumáticos en el centro de Beirut, Trípoli, en el norte de Líbano, y la ciudad sureña de Sidón.
Ha habido poco progreso desde que el gobierno del primer ministro Najib Mikati fue nombrado en septiembre después de más de un año de bloqueo político que agravó la crisis.
El gobierno de Mikati está paralizado desde que, durante una reunión del gabinete celebrada el 12 de octubre, estalló una disputa sobre el investigador principal de una explosión mortal en el puerto de Beirut el año pasado. El gabinete no se ha reunido desde entonces.
Se han recortado las subvenciones a casi todos los productos, incluidos el combustible y los medicamentos, lo que ha provocado un aumento de los precios al tiempo que los servicios básicos, como la sanidad, se desmoronan.
El gabinete se centró en la reanudación de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional, necesarias para desbloquear la ayuda exterior. Pero no se ha alcanzado un acuerdo sobre las cifras financieras vitales, un requisito para iniciar las negociaciones.