BEIRUT – Líbano ha desbaratado un plan del grupo Estado Islámico para llevar a cabo tres atentados suicidas contra recintos religiosos chiíes en los suburbios del sur de Beirut, según informó el miércoles el Ministerio del Interior.
Los suburbios del sur de Beirut son un bastión del grupo terrorista chiíta Hezbolá.
“Un grupo terrorista había reclutado a jóvenes palestinos en Líbano para llevar a cabo grandes atentados con cinturones explosivos” y otras municiones, dijo el ministro del Interior, Bassam Mawlawi, en una conferencia de prensa.
Mawlawi dijo que se iban a desplegar granadas propulsadas por cohetes y armas de fuego durante el ataque, informó la agencia de noticias Reuters.
“Se iban a atacar tres objetivos distintos al mismo tiempo”, dijo el ministerio, en una operación que, según Mawlawi, habría causado una gran pérdida de vidas.
Las Fuerzas de Seguridad Interna (FSI) de Líbano dijeron que las instrucciones para el plan de atentado procedían de un operativo del EI con base en el campo de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh, que está en contacto con compañeros terroristas suníes en Siria.
Las instrucciones fueron transmitidas a un agente encubierto de las FIS que había logrado infiltrarse con éxito en las redes del IS en el Líbano.
El 7 de febrero, el agente de las ISF recibió instrucciones para preparar ataques contra un complejo religioso chií en el barrio de Al-Laylaki, el complejo del Imam al-Kazem en Haret Hreik y la mezquita de Al-Nasser en el suburbio de Ouzai en Beirut, dijeron las ISF.
Se le entregaron tres chalecos explosivos y otras armas para llevar a cabo los atentados del 16 de febrero, añadió el ISF.
Los suburbios del sur de Beirut sufrieron una oleada de atentados en 2013 y 2014 llevados a cabo por terroristas vinculados a Al Qaeda en represalia por la intervención de Hizbulá en la guerra civil en la vecina Siria, del lado del Gobierno de Damasco.
Según las FSI, el atentado planeado por el EI tenía por objeto “rendir homenaje” al líder asesinado del grupo, Ibrahim al-Hashimi al-Qurashi, muerto en un asalto estadounidense a su casa en el noroeste de Siria, controlada por los rebeldes, el mes pasado.