BEIRUT, 6 de julio (Reuters) – El Líbano está a pocos días de una explosión social, advirtió el martes el primer ministro interino, Hassan Diab, haciendo un llamamiento a la comunidad internacional para salvar a un país sumido en una profunda crisis económica.
El Banco Mundial ha calificado la crisis del Líbano como una de las peores depresiones de la historia moderna. La moneda ha perdido más del 90% de su valor y más de la mitad de la población se ha visto abocada a la pobreza.
La ira por la escasez de combustible se ha traducido en peleas en las gasolineras y el primer ministro parecía advertir de la perspectiva de más disturbios.
“Líbano está a unos días de la explosión social. Los libaneses se enfrentan solos a este oscuro destino”, dijo Diab en un discurso en una reunión con embajadores y representantes de misiones diplomáticas en Beirut.
Diab ha estado actuando en calidad de interino desde que dimitió tras la catastrófica explosión del puerto de Beirut del 4 de agosto. Desde entonces, los díscolos políticos sectarios han sido incapaces de acordar un nuevo gobierno.
Diab también dijo que solo un nuevo gabinete podría reiniciar las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Este gobierno no tiene derecho a reanudar las negociaciones con el FMI para poner en práctica el plan de recuperación establecido por el gabinete, ya que esto conlleva obligaciones para el próximo gobierno que puede no respaldar”, dijo.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea dijo el mes pasado a los líderes de Líbano que eran los culpables de la crisis política y económica y que algunos podrían enfrentarse a sanciones si siguen obstruyendo los pasos para formar un nuevo gobierno y aplicar las reformas.
Diab señaló los repetidos llamamientos para que la ayuda se vincule a la reforma, pero dijo que “el asedio impuesto” al Líbano no estaba afectando a los corruptos, una aparente referencia a los políticos.
Dijo que a los libaneses se les estaba acabando la paciencia y que “vincular la asistencia del Líbano a la formación de un nuevo gobierno se ha convertido en una amenaza para la vida de los libaneses y para la entidad libanesa”.