BEIRUT, Líbano – Un tribunal libanés desestimó el jueves la solicitud de destitución del juez que investigaba la masiva explosión del puerto del año pasado, mientras el país se preparaba para una escalada de tensiones sobre su futuro.
El juez Tarek Bitar, objeto de una campaña política liderada por los movimientos chiítas Hezbolá y Amal, se vio obligado a suspender su investigación por segunda vez en menos de un mes el martes debido a las demandas presentadas por los ex ministros a los que había citado por sospecha de negligencia criminal.
La suspensión coincidió con las profundas divisiones en el seno del gobierno sobre la conveniencia de sustituir al controvertido investigador, que muchos libaneses consideran una última esperanza de justicia, pero que los dirigentes políticos condenan por parcialidad y corrupción.
El jueves, el Tribunal de Casación rechazó una demanda presentada por dos ex ministros que exigían su sustitución, dijo a la AFP un funcionario del tribunal bajo condición de anonimato.
“Bitar no entra en la jurisdicción del tribunal, por lo que no tiene autoridad para considerar las solicitudes de su destitución”, dijo el funcionario.
Es la segunda vez este mes que el poder judicial se pronuncia a favor de Bitar, que es aclamado por los grupos de derechos humanos y los familiares de las víctimas de las explosiones como un símbolo de la independencia judicial en un país donde la impunidad política ha sido durante mucho tiempo la norma.
La sentencia, que entrará en vigor inmediatamente, permitirá a Bitar reanudar las investigaciones sobre la explosión del 4 de agosto, que mató a más de 200 personas y destruyó amplias zonas de la capital.
Pero el destino del investigador está casi claro, ya que Hezbolá y Amal siguen adelante con una campaña destinada a destituirlo.
Los partidarios de los dos movimientos chiíes se concentraron el jueves ante el Palacio Judicial de Beirut, en medio de un fuerte despliegue de tropas, para exigir la sustitución de Bitar.
La protesta se produjo tras un discurso pronunciado el lunes por el jefe del grupo terrorista Hezbolá, Hasan Nasrallah, que pidió que un juez “honesto” sustituyera a Bitar.
Ali Hasan Khalil, un alto legislador del movimiento Amal, amenazó con una “escalada política” si el curso de la investigación “no se rectificaba” después de que Bitar emitiera el martes una orden de arresto contra él por no presentarse al interrogatorio.
Las tensiones se extendieron al gabinete, con una reunión el martes que terminó en una disputa, ya que los ministros afiliados a Hezbolá y Amal presionaron al gobierno para que apoyara su demanda de sustituir a Bitar.
Se pospuso una sesión de seguimiento prevista para el miércoles, lo que indica que no se ha llegado a un acuerdo entre las facciones del gabinete, ya que algunos ministros sostienen que el gobierno no debe intervenir en asuntos judiciales.