El gobierno de Líbano declaró el jueves que aprobó un plan de rescate para sacar al país de su peor crisis económica y financiera en décadas, que ahora debe ganar un voto de confianza en el parlamento.
Un borrador de declaración de política visto por Reuters el domingo esbozó amplios planes, incluyendo la reducción de las tasas de interés, la recapitalización de los bancos, la reestructuración del sector público y la búsqueda de apoyo de donantes extranjeros.
El ministro de información dijo el jueves que el gabinete había aprobado el plan con algunas enmiendas, que según fuentes ministeriales eran menores.
No quedó claro de inmediato qué cambios se hicieron en la declaración de 17 páginas, que se espera que se presente la próxima semana en el parlamento para que el gobierno se asegure un voto de confianza.
El gabinete del primer ministro, Hassan Diab, fue formado el mes pasado por el movimiento Hezbolá, apoyado por Irán, y sus aliados políticos, que tienen una mayoría parlamentaria.
El nuevo gobierno asumió el cargo casi tres meses después de que el gobierno de Saad Al-Hariri dimitiera bajo la presión de las protestas generalizadas contra una élite gobernante considerada corrupta y derrochadora.
El gabinete de Diab se enfrenta a una crisis de liquidez, a una confianza rota en los bancos que han impuesto controles informales, a una libra libanesa debilitada y a una inflación en alza.
“Es imperativo comenzar a trabajar inmediatamente para recuperar el tiempo perdido”, la oficina del presidente Michel Aoun lo citó el jueves. El ministro de Finanzas, Ghazi Wazni, se reunirá con una delegación del Banco Mundial el viernes, dijo su oficina.