BEIRUT, Líbano – El prominente líder cristiano libanés Samir Geagea no se presentó el miércoles a una citación del tribunal militar por su papel en un mortífero estallido a principios de este mes en Beirut.
Al mismo tiempo, cientos de partidarios del líder de las Fuerzas Libanesas (FL), que ondeaban sus banderas, se reunieron frente a la casa del ex señor en su bastión de la montaña y marcharon en señal de apoyo.
Geagea había advertido la semana pasada que haría caso omiso de la citación si su acérrimo rival, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, no era llamado también para ser interrogado.
Siete personas murieron en enfrentamientos callejeros hace dos semanas, tras una manifestación organizada por Hezbolá y sus aliados contra el juez que investiga la mortífera explosión del año pasado en el puerto de Beirut.
Hezbolá acusa a las Fuerzas Libanesas de efectuar los primeros disparos en la violencia del 14 de octubre. Geagea negó cualquier implicación y afirmó que su citación no tenía fundamento legal.
El ejército se encargó de investigar los disturbios, que tuvieron lugar en el centro de Beirut y por los que fueron detenidas 18 personas.
Geagea es el único caudillo de la guerra civil de 1975-1990 que ha cumplido condena, y Nasrallah el único cuyo movimiento conservó su arsenal tras el conflicto.
Su última disputa añade una capa de complicación al destino de Tarek Bitar, el juez que investiga la explosión del puerto que mató a más de 200 personas y desfiguró Beirut el año pasado.
La determinación de Bitar de interrogar a altos funcionarios sobre la explosión le ha hecho ganarse el respeto de las familias de las víctimas, y la enemistad de los barones políticos que dirigen un país en el que los grandes crímenes han quedado sistemáticamente impunes.