El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó el domingo a los líderes de Líbano de traicionar sus promesas por no haber formado un gobierno tras la gigantesca explosión ocurrida en el puerto de Beirut en agosto.
En una rara conferencia de prensa dedicada a Líbano, Macron afirmó que la élite política había decidido “traicionar” sus obligaciones y había cometido una “traición colectiva” al no formar un gobierno.
El primer ministro designado de Líbano, Mustapha Adib, renunció el sábado, alegando que no había podido formar un gobierno con mentalidad reformista.
“Han decidido traicionar este compromiso (de formar un gobierno)”, señaló Macron a los periodistas, declarando que estaba “avergonzado” de los líderes del país.
“Veo que las autoridades y las fuerzas políticas libanesas eligieron favorecer sus intereses partidistas e individuales en detrimento del interés general del país”, añadió.
Envió también una señal de advertencia al grupo chiíta Hezbolá, respaldado por Irán, que estaba bien representado en el gobierno saliente y al que algunos analistas acusan de retrasar el proceso.
Hezbolá no debería “pensar que es más poderoso de lo que es. Debe mostrar que respeta a todos los libaneses. Y en los últimos días, ha demostrado claramente lo contrario”, agregó Macron.
Macron, que visitó Líbano dos veces después de la explosión, había instado repetidamente a los libaneses a no perder más tiempo en la formación de un gobierno.
La explosión del 4 de agosto de cientos de toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut mató a más de 190 personas, hirió a miles y arrasó grandes zonas de la capital.
El desastre desató nuevas protestas por la corrupción y la mala gestión, lo que llevó al anterior gabinete a dimitir.