Un tribunal turco ha ordenado este sábado el encarcelamiento de la conocida periodista Sedef Kabas, a la espera de que se celebre el juicio por la acusación de insultar al presidente Tayyip Erdogan, según ha informado CNN Turk, apuntando a una ley en virtud de la cual se ha procesado a decenas de miles de personas.
La policía detuvo a Kabas en torno a las 2 de la madrugada (2300 GMT) y la llevó primero a la principal comisaría de Estambul, antes de trasladarla al principal juzgado de la ciudad, donde un tribunal se pronunció posteriormente a favor de su detención formal, según la emisora.
El supuesto insulto consistió en un proverbio relacionado con el palacio que Kabas expresó tanto en un canal de televisión de la oposición como en su cuenta de Twitter, lo que provocó la condena de los funcionarios del gobierno.
“El honor de la presidencia es el honor de nuestro país… Condeno los vulgares insultos proferidos contra nuestro presidente y su oficina”, escribió en Twitter Fahrettin Altun, jefe de la Dirección de Comunicaciones de Turquía.
Merdan Yanardag, redactor jefe del canal Tele 1 en el que Kabas hizo el comentario, criticó duramente su detención.
“Su detención durante la noche a las 2 de la mañana por un proverbio es inaceptable”, escribió en Twitter. “Esta postura es un intento de intimidar a los periodistas, a los medios de comunicación y a la sociedad”.
La ley de injurias al presidente conlleva una pena de cárcel de entre uno y cuatro años.
El pasado mes de octubre, el máximo tribunal europeo de derechos humanos pidió a Turquía que cambiara la legislación tras dictaminar que la detención de un hombre en virtud de la ley violaba su libertad de expresión.
“Su detención durante la noche a las 2 de la mañana por un proverbio es inaceptable”, escribió en Twitter. “Esta postura es un intento de intimidar a los periodistas, a los medios de comunicación y a la sociedad”.
La ley de injurias al presidente conlleva una pena de cárcel de entre uno y cuatro años.
El pasado mes de octubre, el máximo tribunal europeo de derechos humanos pidió a Turquía que cambiara la legislación tras dictaminar que la detención de un hombre en virtud de la ley violaba su libertad de expresión.