Qatar ha acusado a Arabia Saudita de permitir que una prolongada disputa obstaculice la coordinación de los países árabes del Golfo en relación con el brote de coronavirus, al negar al ministro de salud de Qatar el acceso oportuno a una reunión de ministros de salud regionales en Riad, informa Reuters.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar dijo en un post en su cuenta oficial de Twitter que Arabia Saudita solo había concedido un permiso de entrada al Ministro de Salud Pública Hanan al-Kuwari después de que la reunión en la Secretaría General del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) del miércoles ya había comenzado.
La declaración en inglés emitida el jueves dijo: “Nos sorprende ver que Arabia Saudita está politizando un sector humanitario, que requiere una estrecha colaboración y coordinación debido a la urgencia de la situación”.
La secretaría y la oficina de medios del gobierno de Arabia Saudita no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios de Reuters.
Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y el país no perteneciente al CCG, Egipto, han impuesto un boicot político, económico y comercial a Qatar desde mediados de 2017 por las acusaciones de que apoya el terrorismo y se está acercando al enemigo regional, Irán. Doha niega las acusaciones y dice que el embargo tiene por objeto limitar su soberanía.
El primer indicio de un deshielo había aparecido a finales del año pasado cuando Arabia Saudita y Qatar comenzaron las conversaciones sobre la disputa, pero el Ministro de Relaciones Exteriores de Qatar dijo la semana pasada que las discusiones no tuvieron éxito y fueron suspendidas a principios de enero.
Kuwait y los Estados Unidos, que tienen fuertes lazos con todos los estados involucrados, han tratado sin éxito hasta ahora de mediar en la disputa para restaurar la unidad del Golfo. Washington considera que la ruptura es una amenaza a los esfuerzos por contener a Irán.
Un brote de coronavirus en Irán, que hasta ahora ha visto morir a cinco personas, comenzó en la ciudad sagrada musulmana chiíta de Qom, dijeron las autoridades de Irán.
El coronavirus, oficialmente llamado COVID-19, ha barrido numerosos países del mundo y ha dado lugar a un aumento de los temores sobre su impacto desde que se identificó por primera vez en la provincia china de Wuhan a principios de este año.
Más de 2.100 personas han muerto en China y las nuevas investigaciones que sugieren que el virus es más contagioso de lo que se pensaba han aumentado la alarma internacional por el brote.
Aunque el virus respiratorio no ha tenido una presencia muy destacada en todo el Oriente Medio, los países de la región han aplicado una serie de medidas preventivas para evitar que las infecciones se arraiguen. Entre esas medidas figuran la orden de los Emiratos Árabes Unidos de que los ciudadanos no se toquen la nariz en sus saludos tradicionales, y la fabricación por Turquía de un equipo de “resultados rápidos” para detectar el virus.